En esta obra Paul Auster nos presenta una extensa biografía sobre Stephen Crane, periodista y escritor de finales del siglo XIX, todo un referente de la literatura americana, que falleció en 1900 a la temprana edad de 28 años, víctima de tuberculosis. De Crane leí un par de relatos hace 20 años o más, pero fuera de eso no lo conocía de nada, así que esta biografía era una oportunidad perfecta para hacerlo.
Crane fue periodista y reportero de guerra y su obra tocó todos los palos: poesía, relatos y novelas, centrada sobretodo en el tema bélico y los bajos fondos. Su obra más conocida, "La roja insignia del valor", es una novela corta sobre un episodio de la guerra civil americana que lo convirtió en una celebridad (obra que durante años se ha estudiado en las universidades americanas), pero esa celebridad no se reflejó en su economía. Como otros autores célebres de la época (Poe, Lovecraft, Conrad), Crane tuvo problemas de dinero durante toda su vida. Iba siempre al día, acumulando deudas y obligado a pedir préstamos a amigos y familiares, pese a que no hacía más que escribir y escribir, nunca era suficiente.
Entre muchas otras cosas, Crane fue corresponsal de guerra en las guerras de Cuba y la de Grecia y Turquía. Sobrevivió a un naufragio y se enfrentó a la policía de Nueva York para defender públicamente a una prostituta acusada injustamente, lo cual tuvo consecuencias terribles para él. Su reputación acabó por los suelos y se convirtió en blanco de la ira de la policía, razón por la que tuvo que exiliarse de Nueva York. Además en sus últimos años cultivó una férrea amistad con Jospeh Conrad, H. G. Wells y Henry James, entre otros autores.
Y tú dirás, ¿una biografía de 1000 páginas de un tipo que murió a los 28 años? Bueno, el libro no es solo una biografía, sino también un profundo análisis de toda la obra de Stephen Crane, artículos, relatos, poemas y novelas, y por eso el libro es tan extenso. Paul Auster nos lo cuenta todo al detalle sobre cada una de sus historias, prácticamente destripándolas, incluyendo extractos de las mismas, y al terminar el libro uno siente que se ha leído toda la obra de Crane.
El libro me ha gustado. Me encanta la prosa de Auster y me ha resultado muy interesante conocer a un escritor del que no sabía nada. Es verdad que la parte de análisis puede resultar algo densa, algunos pasajes son tan largos como los relatos en sí y se hacen un poco cuesta arriba, pero aún así creo que el libro vale la pena. ¿Recomendable? Por supuesto, para mí es un 8/10, y creo que después de esto trataré de leer algo de Stephen Crane.
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