La saga Blackwater es en realidad un libro que se publicó por entregas, un total de seis, en 1983. El año pasado se editó de forma similar en España y fue un fenómeno literario sin parangón. Y es ahora cuando por fin he podido ponerme a leerla.
La historia comienza en 1919, en un pueblo llamado Perdido, en Alabama. Las aguas del río Blackwater inundan el pueblo y los Caskey, un clan de ricos terratenientes liderados por su incontestable matriarca, Mary-Love, trabajan por recomponerse y restaurar los daños causados por la riada.
El obediente hijo de Mary-Love, Oscar, encuentra una superviviente en el hotel Osceola, una misteriosa mujer llamada Elinor Dammert, que llegó a Perdido buscando empleo de maestra, y que nadie sabe de dónde ha salido. Mary-Love no se fía de ella y la ve como una enemiga, y ninguno de sus esfuerzos puede evitar que su hijo la corteje y acabe casándose con ella.
Pues esta primera entrega de Blackwater me ha gustado mucho. Tiene alguna que otra pincelada de terror pero es mayormente de tipo costumbrista, centrándose en la reconstrucción del pueblo y la relación entre los personajes, sobretodo la hostilidad entre Mary-Love y Elinor. Realmente en el libro no pasa gran cosa, sirve de presentación de los personajes y poco más (hay que tener en cuenta que son las primers 250 páginas de un largo libro de más de 1500 páginas) pero tiene una prosa sencilla que engancha y al ser el libro tan pequeño te lo terminas tranquilamente en dos días.
Me declaro muy fan de esta saga y del autor.
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