Un grupo de niños encuentra un cadáver flotando en las aguas turbias de un canal de riego cerca del pueblo de La Matosa. El cuerpo pertenece a la bruja del pueblo, que heredó dicho cargo de su madre ya fallecida, y a la que todos temían y respetaban, y a la que acudían para pedirle ayuda con todo tipo de problemas.
Tras el macabro hallazgo, las sospechas recaen sobre un grupo de muchachos del pueblo, a los que alguien vio huyendo de casa de la hechicera, cargando lo que parecía ser un cuerpo inerte. A partir de ahí los distintos personajes involucrados en el crimen nos irán contando su versión de la historia, desde la situación personal de cada uno hasta que se produce el crimen y el móvil que hay detrás.
Oí hablar de este libro el año pasado y decidí leerlo porque un club de lectura de Fable lo escogió como lectura de este mes y son apenas 200 páginas.
Una parte del libro me gustó pero otra no. Me gusta la crudeza de la historia, el retrato que hace de los bajos fondos de México, la crítica que hace de la sociedad mexicana concerniente a las drogas y el abuso de menores. No me gusta cómo está escrito. Cada capítulo es una larga parrafada casi sin puntuación, donde se hablan de varias cosas al mismo tiempo, pasando de una a otra sin respiro, y el resultado es bastante caótico. Son como párrafos de 20-50 páginas del tirón y se hace algo pesado.
Pese a esto le he puesto 3 ⭐ sobre 5 por la crudeza de la historia.
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