No soy muy devoto de Isabel Allende. Hasta ahora solo me había leído dos libros suyos: el del Zorro, que me gustó mucho, porque, bueno, es el Zorro y es de aventuras, y “La Casa de los Espíritus”, que me leí a la fuerza porque no tenía otra cosa a mano, y no me agradó del todo, pese a ser su libro más famoso.
Escogí este porque acepté el desafío de leerme este año 25 libros de autores españoles o de habla hispana, y qué mejor manera de empezar con un buen libro de aventuras, y lo cierto es que el libro me ha encantado.
El protagonista es un chico americano de 15 años llamado Alexander Cold. Su madre está muy enferma así que su padre la ingresa en un centro de Texas donde le aplicarán un largo y difícil tratamiento (no se dice, pero se deduce que es cáncer). Como no puede ocuparse de Alex, lo envía con su madre, una mujer bastante rara y excéntrica, todo lo contrario a lo que se supone que debe ser una abuela. Kate Cold es periodista especializada en viajes y en unos días va a partir rumbo al Amazonas en una expedición financiada por International Geographic, con el objetivo de encontrar a una criatura similar al Big Foot, que ha sido vista en la selva amazónica y es responsable de la muerte de varias personas. Y allá que se va Alex, un chico de ciudad que jamás ha salido de su casa, a lo profundo de la cuenca amazónica, llena de mosquitos, sanguijuelas, anacondas, jaguares y demás fauna salvaje.
La expedición está formada por un antropólogo, un fotógrafo, un empresario, varios soldados, una doctora, el guía y su hija de 12 años, Alex y su abuela. Alex y Nadia se hacen amigos desde el principio y de hecho ellos dos son los verdaderos protagonistas del libro, porque llega un momento en que son secuestrados por una tribu indígena y al estar entre ellos empiezan a conocer sus costumbres y rituales, su forma de vida, y lo que es en realidad esa bestia que busca la expedición. La tribu los acepta entre ellos como dos miembros tan importantes como su propio jefe, y el modo de Alex y Nadia de verlos cambiará hasta tal punto de que harán lo imposible por protegerlos del mundo del Hombre Blanco.
Como digo, el libro me ha gustado mucho, y aparte de pasártelo bien aprendes mucho sobre aquel apartado rincón del mundo y sobre los indígenas que aún moran en él, ignorantes de todo lo que pasa en el mundo exterior. El libro es el primero de una trilogía, “Las memorias del Águila y el Jaguar”, protagonizada por Alex y Nadia y cada uno ambientado en un lugar distinto del globo, y este me ha gustado tanto que estoy decidido a leerme los otros dos. Además son bastante breves y no creo que tarde mucho.
No he leído nada aún de esta escritora pero cuando lo haga no empezaré con éste, que me echa para atrás eso de que sea una trilogía.
ResponderEliminarbsos!
En realidad son unas novelas juveniles, de 300, 300 y 200 páginas cada una, que se leen fácilmente, nada que ver con La Casa de los Espíritus. Puedes empezar como hice yo, por el del Zorro, que mola un montón. Es como aquella serie de dibujos sobre Alejandro de la Vega que se convierte en el Zorro a los 15 años.
ResponderEliminarVale, los apunto para cuando me estrene con Allende, pero la portada es ¡horrorosa! (sé que no tiene nada que ver pero si no lo digo reviento).
ResponderEliminarbsos!
Sí, bueno, la de los otros dos son en el mismo plan, en el segundo dos niños nepalíes y en el tercero un niño negro.
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