A
finales del año pasado me leí tres libros de la serie de Harry
Bosch que hacía mucho tiempo que tenía parados en casa, y ya que
estaba volví a leerme los que tenían en la biblioteca. Solo me
faltaba éste por releer, y he tenido que esperar más de un mes, ya
que alguien lo cogió antes que yo y no me quedó más remedio que
aguantarme.
La
primera vez que lo leí se convirtió en uno de mis favoritos de la
serie, porque le daba un enfoque distinto al típico caso de
asesinato, y en esta segunda vez mi opinión no ha cambiado. Vale,
sí, sé quién es el asesino desde el principio, pero lo que importa
es el viaje, no el destino, y he disfrutado de igual manera del
avance de la investigación, paso a paso, llevada por Bosch y su
compañera.
Harry
Bosch regresa al Departamento de Policía tres años después de
haberse jubilado, y lo asignan a la unidad de Casos Abiertos, junto a
su antigua compañera Kizmin Rider. Su primer caso es el de Rebecca
Verloren, una joven mestiza de 16 años, asesinada hace 17. En el
arma utilizada para asesinarla se halló una muestra de sangre, y las
pruebas de ADN les han dado un nombre, Roland Mackey, conocido
militante de la extrema derecha, lo cual hace pensar a Bosch que el
asesinato de Rebecca pudo deberse a causas racistas.
Como
en la mayoría de los libros de Bosch, en éste también aparece el
subdirector Irving, la némesis de Bosch en el Departamento, un tipo
realmente odioso, y la imagen que ofrece de él aquí hace que te
caiga aún peor. ¡Qué cabrón! Con tipos como él en el
Departamento no me extraña que la gente no se fíe de la policía. A
pesar de ello, me gusta mucha ese primer encuentro entre los dos.
Irving compara a Bosch con un neumático recauchutado, el cual acaba
abriéndose por las costuras debido a la fricción, y teniendo un
reventón, haciendo que el coche acabe saliéndose de la carretera.
Bosch es el neumático recauchutado y el Departamento es el coche.
Con esto viene a decirle que la cagará, y cuando suceda él estará
ahí para decir “se lo dije”. ¿A que es un cabrón?
El
libro es genial de principio a fin, y en su desenlace, que más o
menos era de esperar, se produce un imprevisto que te deja con la
boca abierta. ¡No os lo perdáis!
Una buena, y clásica, novela negra. Me parece que podría pasarla bien con ella.
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