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jueves, 11 de abril de 2013

La conjura de Cortés, de Matilde Asensi


Este es el último libro de la trilogía de Martín Ojo de Plata, formada por Tierra Firme y Venganza en Sevilla. Yo tuve suerte y no tuve que esperar años para leer el desenlace de la trilogía, pues me leí los dos anteriores el año pasado y poco después se publicó este. Era para leerlo entonces pero no me dio tiempo por los desafíos literarios a que estaba apuntado, así que decidí leerlo ahora.

En el segundo libro, Catalina Solís se venga de cuatro de los cinco hermanos Curvo, que con sus intrigas llevaron a la ruina a su padre adoptivo, Esteban Nevares, y que posteriormente le causaron la muerte. En este, Catalina se venga finalmente del último de los Curvo, y también de su sobrino, Lope de Coa, porque, digámoslo así, al principio de la novela hace méritos para ello. Pero Catalina no lo tendrá fácil, pues han puesto precio a su cabeza, tanto a su identidad de Catalina Solís como a la de Martín Nevares.

En su búsqueda de Arias Curvo Catalina arriba a Nueva España (Méjico) y allí recibe una peculiar proposición de parte del virrey. Al parecer han descubierto una conspiración para asesinar al rey de España y poner en su lugar a Don Pedro Cortés, nieto de Hernán Cortés. Para llevar a cabo dicho plan es necesaria una gran fortuna, y los conjuradores pretenden hacerse con el tesoro que Hernán Cortés le robó a Moctezuma y que escondió en alguna parte de Nueva España, pues poseen un mapa codificado que puede llevarles hasta él.
Si Catalina se hace con el tesoro y mata a los conjuradores (uno de los cuales, casualmente, es el propio Arias Curvo), el rey de España, la exonerará de los cargos contra ella, le devolverá las propiedades de sus padres, que le fueron arrebatadas por los Curvo y se le concederá el título de duquesa. Catalina, claro, acaba aceptando.

El libro es bastante bueno. Pensé que se me haría un poco cuesta arriba por eso de estar ambientado en el Siglo de Oro Español, pero no ha sido así. Tiene aventura, una historia de venganza, un tesoro a buscar y varios códigos secretos a descifrar para llegar a él. También, como los anteriores, está escrito en un castellano similar al que se usaba en la época, y eso mola. Y un final más que apropiado. Lo único que la parte de la venganza es quizás algo sangrienta de más, pero con todo por lo que ha tenido que pasar la protagonista, se entiende.

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