Kiefer Sutherland es Martin bohm, un
antiguo periodista que perdió a su esposa en el 11-S y que ahora se
gana la vida como mozo de equipajes en el aeropuerto. Desde entonces
conserva la custodia de su hijo Jake, de 11 años, que es autista y
jamás en su vida ha dicho una sola palabra.
Pero esta situación puede cambiar
pronto.
Muy a menudo Jake suele meterse en
líos. Se escapa, se sube a las torres de alta tensión y le da un
ataque si alguien lo toca. Después de subirse por tercera vez a una
de estas torres, Servicios Sociales decide tomar cartas en el asunto.
Meten a Jake en un centro y durante dos semanas examinarán con lupa
la relación de Martin con Jake, analizarán si está capacitado para
cuidarle y si existe comunicación entre ambos; en caso contrario el
Estado le quitará la custodia de us hijo.
Jake está obsesionado con los números
y escribe los mismos una y otra vez. Ha descifrado el patrón oculto
en los números, un patrón que nos relaciona a unos con otros, como
si estuviéramos atados con un hilo (el hilo rojo del Destino) y se
comunica con su padre mediante estos números.
El sistema el siguiente: Jake le da a
su padre unos números y a partir de ahí se sucede una secuencia de
hechos, aparentemente casuales, que conducen a Martin a salvarle la
vida a una persona, impedir un accidente o a reunir a un padre con su
hija tras mucho tiempo separados.
Clea Hopkins es la joven asistente
social encargada del caso de Jake y cuando Martin le habla de los
números ella lo considera una coincidencia, aunque luego acaba
creyéndole y a espaldas de su jefa le ayuda a descifrar los números
que le da Jake.
En los primeros capítulos parece que
cada uno es independiente, pero hacia la mitad ya se nos muestra una
trama general que afecta a toda la temporada. Al parecer todos los
números que Jake le ha dado y le sigue dando a su padre forman parte
de la secuencia Amelia, una misteriosa secuencia de la que se nos
habla poco en esta temporada pero que parece relacionar pasado,
presente y futuro. Y hay una corporación, Aster Corps, que quiere
hacerse con la custodia de Jake y utilizarlo para descifrar la
secuencia Amelia (la jefa de Clea, que es una bruja, trabaja para
ellos). Y luego está lo de la enigmática Amelia, una niña con el
mismo don de Jake a la que estos forzaron demasiado, provocándole un
colapso, y a la que Martin, por indicación de Jake, trata de
encontrar.
Bueno, la serie me ha gustado más de
lo que esperaba. Pero esto era normal, los números y las
matemáticas me encantan. Me gustó Numbers, que usaba las mates para
resolver crímenes, y me gusta esta, que usa los números para salvar
vidas y hacer justicia.
Lo que más me gusta es ver cómo en
cada capítulo 4 o 5 personas, cada una de una parte del mundo y con
sus propias historias y que no se conocen de nada, acaban al final
entremezclándose y formando una única trama. Es como un efecto
dominó; tiras la primera ficha y todas van cayendo, una tras otro. Y
el resultado final es asombroso.
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