Oí de esta serie por primera
vez hace un par de años, en el blog de una amiga. Me pareció
bastante interesante pero me dije que no la vería porque eran
solo tres capítulos y a mí eso no me llega a nada. El
año pasado la pusieron por la tele, esta y la 2ª
temporada, y era para no verla, pero vi la promo y no pude
resistirme. La serie me enganchó desde el principio y me gustó
tanto que la hora y media que dura cada capítulo se me pasó
en un plis y me quedé con ganas de más. Y eso se debe a
Benedict Cumberbatch, que lo clava como Sherlock Holmes. Solo hay que
verlo, no podría haber nadie mejor para encarnar al sagaz
detective. Alto y flacucho como él, el pelo revuelto que le
cae sobre la frente y la bufanda alrededor del cuello, es su viva
imagen. Me encanta esa ironía tan peculiar suya con la que
desprecia a los que no están a su nivel o cuando suelta la
parrafada explicando cómo ha llegado a tal o cual conclusión
(lo hace casi sin respirar, impresionante).
La serie traslada a Sherlock Holmes al
s. XXI y pone a su disposición medios modernos como Internet,
los teléfonos móviles, blogs y demás para
resolver los casos. La serie, como dije antes, está formada
por tres capítulos de hora y media y se basa en los libros y
relatos de Conan Doyle. El primero, “Estudio en rosa”, obviamente
se basa en el primer libro de Holmes y Watson, “Estudio en
escarlata”. Watson es un médico militar que recibe la baja
tras ser herido en combate (aunque en realidad la cojera es
psicosomática). Su psiquiatra le recomienda que escriba un
blog y cuente en él su día a día, para ir
superando el trauma. Caminando por la calle se encuentra con un
antiguo compañero de colegio y le dice que busca alguien con
quien compartir piso, y éste le presenta a Sherlock Holmes.
Descubre que es una especie de detective asesor y que ayuda a
Scotland Yard cuando se atascan con algún caso. Sherlock
recibe la visita del inspector Lestrade, que le pide ayuda con una
serie de suicidios. Ha habido tres hasta la fecha, pero ha aparecido
un cuarto cadáver, pero en este último hay algo
diferente: la mujer escribió la palabra “rache” en el
suelo. Sherlock está entusiasmado con esta nueva pista y le
pide a Watson que le acompañe en calidad de médico, y a
partir de ahí, ya se sabe.
Qué cara de niño travieso |
En el último capítulo,
“El gran juego”, se adaptan varios relatos, uno es el de las
cinco pepitas de naranja y luego mezclan dos en uno solo, el del
tratado naval y el de los planos del Bruce-Partington.
La primera vez que vi la serie hacía
al menos 10 años que me había leído los relatos,
así que me costó un poco identificar los de este último
capítulo. Antes de volver a verla (no puedes verla una sola
vez) decidí leerme antes otra vez los libros y los relatos, y
una vez hecho los identifiqué claramente.
Aparte de estos tres capítulos,
existe una versión alternativa del piloto, no emitida en
televisión, que se puede ver vía Internet, que contiene
unas cuantas diferencias. La historia viene a ser la misma pero no
llega a la hora de duración, Mycroft no sale y no se menciona
a Moriarty, hay muchas escenas eliminadas (como la persecución
del taxi por las calles de Londres) y otras transcurren en escenarios
diferentes, pero sigue siendo buena.
La serie es fantástica y el
Sherlock de Benedict le da 100 vueltas a todos los demás (¡eso
va por ti, Johnny Lee Miller!), lo único que no me gusta es
este Moriarty, que sobreactúa demasiado, como Jim Carrey en la
mayoría de sus películas).
Bueno, a ver si dentro de poco vuelvo
a disfrutar de la 2ª temporada, que aún mola más
que esta.
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