Al final de la 3ª temporada los
Replicantes atacaban Atlantis con un satélite dotado de un
poderosos rayo de energía. Como el escudo de la ciudad no es
capaz de soportarlo por mucho tiempo, el equipo Atlantis decide
trasladarse con la ciudad a otro planeta, pero en el despegue la
torre de control sufre un fuerte impacto del rayo, dañándola
gravemente, con lo que la ciudad queda varada en el espacio y
disponen de energía para solo 24 horas, tras las cuales el
escudo desaparecerá y morirán todos asfixiados.
En la explosión de la torre
Elisabeth Weir queda gravemente herida y parece que no pueden hacer
nada por ella, así que el doctor Mckay toma la decisión
de activar los nanitos Replicantes que Elisabeth alberga en su
interior desde la temporada pasada, los cuales la regeneran de sus
heridas pero así deja de ser enteramente humana para ser en
parte Replicante.
Ante el poco tiempo que les queda para
que el escudo desaparezca, el equipo Atlantis decide arriesgarlo todo
y viajan al planeta de los Replicantes en un Jumnper (que posee la
capacidad de hacerse invisible) para llevarse un MPC, que mantendrá
el escudo activo por más tiempo. Elisabeth va con ellos, ya
que con su nueva característica Replicante puede guiarlos por
el planeta a la perfección. Gracias a ella consiguen el MPC
sin ser detectados, pero entonces Mckay tiene una brillante idea:
activar de nuevo el comando que los Antiguos programaron inicialmente
en los Replicantes para que ataquen a los Wraith, pero la misión
es harto peligrosa, pues deben llegar hasta el Núcleo de la
ciudad para poder programar el comando. Al final lo consiguen, pero
son descubiertos por los Replicantes y Elisabeth los contiene,
sacrificándose ella misma para que los demás puedan
escapar.
Así que después de esto
encuentran un nuevo planeta donde asentar Atlantis y como a
Elisabeth la dan por muerta envían a alguien desde el Comando
Stargate para que asuma el mando: la coronel Samantha Carter, uno de
los personajes míticos de la serie original, Stargate SG-1, y
de los más importantes del universo Stargate. Nadie mejor que
ella para dirigir Atlantis.
Al principio tiene algunos roces con
algunos miembros del equipo, pero enseguida estrechan lazos y se
convierten en una piña.
Hacia la mitad de la temporada un
Wraith le pide ayuda al equipo Atlantis para desactivar el comando de
los Replicantes que hace que ataquen a los de su especie, ya que los
están derrotando. De entrada se niegan, pero al saber que los
Replicantes están arrasando planetas de humanos para que los
Wraith no puedan alimentarse, se sienten responsables y acceden a
ayudarle.
Esta trama dura varios capítulos,
del 4x09 al 4x12, tras los cuales destruyen definitivamente a los
Replicantes (o eso parece), aunque dejan una pequeña puerta
abierta. La otra trama afecta al pueblo de Teyla, los Athosianos, que
han desaparecido de su asentamiento sin dejar rastro, y parece obra
de los Wraith. Además Teyla está embarazada y el padre
es uno de los desaparecidos, con lo que no descansará hasta
saber qué ha sido de ellos. Esto no sucederá hasta los
últimos capítulos.
En el 4x18 surge una epidemia que está
haciendo estragos entre los Wraith y descubrimos quién es el
responsable, el mismo que se llevó al pueblo de Teyla:
Michael, que siempre aparece al final. Michael está creando
una nueva versión de su ejército Wraith y por eso se
llevó a los Athosianos, para convertirlos en sus soldados.
Además Michael secuestra a Teyla, pues pretende utilizar a su
hijo, cuando nazca, para mejorar a sus soldados Wraith. Mientras
tanto, el resto del equipo Atlantis se pone a buscarla y llegan a una
estación repetidora Wraith donde creen que puede estar Teyla,
pero no la encuentran a ella sino a un clon del doctor Beckett, que
ignora que es un clon y tampoco sabe que el Beckett de verdad murió
el año pasado. De hecho sus recuerdos desde el principio de la
3ª temporada son diferentes. Cuando llevaron a los Wraith
convertidos en humanos a aquel planeta, entre los que se encontraba
el propio Michael, él se quedó con ellos y Michael lo
obligó a trabajar para él, y es lo que ha estado
haciendo durante estos dos años. El equipo lo pone al tanto de
todo lo que ha pasado desde entonces y descubren que padece una
enfermedad degenerativa que lo está matando, así que lo
ponen en estásis hasta descubrir una cura. Así que
hasta la 5ª temporada, nada.
Debo decir que esta temporada me ha
gustado mucho. Me encantó que Samantha Carter se incorporara a
la serie, pues es mi personaje favorito de la serie original, en la
que permaneció los 10 años que duró, aunque por
otro lado fue una pena que Elisabeth Weit tuviera que “morir”. La
trama de los Wraith y los Replicantes también estuvo
interesante, aunque al final tanto investigar el comando no sirvió
para nada ya que acabaron con ellos a lo bruto, destruyendo su
planeta.
Me gustó especialmente el 4x17,
en el que Teal'c, otro de los protagonistas de la serie original,
aparece de visita y eso mola porque esta temporada habría
corrido paralela a la 11ª temporada de aquella, si la hubieran
hecho, y el capítulo sirve para saber qué ha sido de
él. Además mola verlo con Ronon codo con codo,
repartiendo leña a los Wraith (¡ellos dos solos contra
20 o 30!).
También me encantó que
Michael volviera en los últimos capítulos, porque es un
villano cojonudo para el SG- Atlantis. El último capítulo
es de los mejores, aunque el final de temporada en sí no es
tan impactante.
Por accidente, Sheppard acaba viajando
48.000 años al futuro y descubre que el mar del planeta se ha
secado y que no queda nadie en Atlantis. Un holograma de un anciano
Mckay le cuenta lo que pasó en su ausencia y así sabe
que cuando finalmente encontraron a Teyla fue demasiado tarde, estaba
muerta y Michael utilizó a su bebé para mejorar a sus
Wraith y exterminó a todos los humanos y Wraith de la Galaxia
Pegaso. Así que Sheppard trata de regresar de vuelta a su
época para impedir que ocurra todo esto.
La temporada también tiene unos
cuantos capítulos independientes, como es habitual, pero son
en su mayoría buenos. Ahora una temporada más y se
acabó.
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