Buscar este blog

martes, 17 de marzo de 2015

Guinea Pig 4: Sirena en una alcantarilla


Hace bastante tiempo que tengo esta saga japonesa algo abandonada, así que la he retomado ahora para terminarla de una vez y pasar a otra cosa. Las dos primeras son dos falsas películas snuff, aunque tan bien hechas que llegaron a hacerme dudar sobre su autenticidad (como le pasó a Charlie Sheen, que avisó al FBI creyendo que eran reales). La tercera iba de un tipo que descubría que no sentía dolor y se dedicaba a automutilarse y eviscerarse a sí mismo.
En esta cuarta entrega el protagonista es un tipo al que su esposa acaba de abandonar y se pasa todo el día encerrado en su casa pintando cuadros. Un día baja a las alcantarillas y encuentra allí una sirena en muy mal estado, y se la lleva a su casa donde la mete en la bañera. La sirena tiene unos bultos en el vientre que van extendiéndosele por todo el cuerpo que le ocasionan un gran dolor y le pide al hombre que se los corte, pero cada corte que le hace es un tormento y de esos bultos sale una mezcla de sangre, pus y lombrices. Los cortes no sirven de nada y acaba toda cubierta por ellos, convertida en una masa amorfa que no para de vomitar lombrices, sangre y pus, y durante todo el proceso el tipo va pintando el avance de los tumores en el retrato que está haciendo de ella.

Me he sentido bastante decepcionado con esta película. Yo me imaginaba que el tipo iría desmembrando a la sirena poco a poco, torturándola, sacándole los órganos y tal, pero nada más lejos. En toda la película solo ves a la sirena vomitando pus, sangre y lombrices y llenando la bañera con su sangre. La película no vale para nada, pero al menos dura menos de una hora.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario