En “El ataque
del mutante”, el protagonista es un chico llamado Skipper, un ávido
coleccionista de cómics y gran fan del Mutante Enmascarado. Un día que tiene
que ir al dentista se pasa la parada y encuentra un gran edificio de colores
chillones en una calle solitaria. Se trata del cuartel general del Mutante
Enmascarado, y así es como Skipper descubre que su cómic favorito es real.
En “Aventura
espeluznante” Larry Boyd encuentra un frasco de bronceado instantáneo en un
cubo de la basura, y él y sus amigos se lo ponen, esperando que les haga
efecto, pero no. En cambio, a Larry empieza a salirle pelo en las manos y los
brazos, y por mucho que se afeita siempre le vuelve a crecer, y posteriormente
dos de sus amigos desaparecen misteriosamente.
De las
historias de “Pesadillas” que me he leído estas dos son, quizás, las que menos
me han gustado. “El ataque del mutante” me parece un poco tonta y no tiene nada
que ver con el tono de terror juvenil de esta serie. De hecho no contiene nada
de terror. Además no te explica por qué el Mutante Enmascarado es real. Pero al
menos tiene más acción que “Aventura espeluznante”. Ésta es más que nada de
misterio y no descubres la verdad de lo que le pasa a Larry hasta el final. Sus
respectivas adaptaciones en la serie Goosebumps tampoco me gustaron nada. Se ve
que hay que ser un niño para que te gusten. Al menos se leen rápido.
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