Al final de la
3ª temporada los Hijos de la Anarquía iban a la cárcel y esta 4ª
temporada arranca 14 meses más tarde, cuando quedan en libertad. En
prisión, Jax fue apuñalado por los rusos en venganza por lo del
dinero falso y la cosa habría ido a más si no hubieran contado con
la protección de los Mayas. Clay se vio obligado a cederles a los
rusos el 80% del negocio de las armas mientras estuvieran dentro,
pero una vez fuera pretende restablecer el trato original, darles un
5%. Putlova, el capo de los rusos, acepta eso para este mes, pero de
ahí en adelante quiere el 50%. Clay da su conformidad, pero durante
la boda de Opey se cargan a Putlova y a todos los rusos en venganza y
así vuelven a estar al mando de todo el negocio.
Para estar
protegidos por los Mayas en prisión Clay accedió a que los Hijos
pasaran droga para el cártel de Galindo sin decirle nada al club y
esto, cuando se sabe, crea un cisma entre los Hijos, pues a algunos
no les parece bien ya que nunca se han dedicado a eso y opinan que se
están alejando de las directrices originales del club. El asunto hay
que someterlo a votación y aunque a Jax tampoco le gusta le da su
voto a Clay a cambio de que cuando él deje la presidencia le permita
abandonar el club, pues quiere criar a sus hijos lejos de ese
ambiente.
El Departamento
del sheriff de Charming ha sido absorbido por la policía de San
Joaquín y el nuevo sheriff, un negro llamado Roseberg, va a tener a
los hijos controlados y no piensa pasarles una. Roseberg se asocia
con el ayudante del fiscal del distrito, Lincoln Potter, en una
operación conjunta entre la fiscalía, el FBI y la ATF que busca
hacer caer a los Hijos de la Anarquía mediante la ley RICO, y
utilizarlos para ir a por el cártel de Galindo y el IRA.
Antes de que los
Hijos regresaran de Irlanda con el hijo de Jax , Maureen Asby, la
mujer con la que se lió John Teller, metió en la mochila de Jax las
cartas que John le escribió a ella para que supiera la verdad sobre
su padre, pero es Tara quien las encuentra. Estas son la prueba de
que la muerte del padre de Jax no fue ningún accidente. Éste quería
hacerse legal e iba a reunirse en Belfast con el IRA para que los
Hijos dejaran el negocio de las armas, pero esa reunión nunca llegó
a celebrarse porque Clay lo mató antes.
Tara le cuenta
esto a Painey, que lleva ya un tiempo en contra de Clay, y Painey le
amenaza con sacarlo todo a la luz si no deja lo de las drogas, pero
Clay es como un perro rabioso y está dispuesto a hacer lo que sea
necesario para seguir manteniendo el asunto en secreto.
Uno nunca deja
de sorprenderse con esta serie. SOA es adrenalina pura que no deja un
instante de respiro al espectador; cuando crees que la cosa no puede
ir a más, ¡zasca!, ,te suelta una trama que es como un puñetazo al
estómago, que te deja sin aliento. La temporada anterior los pilló
en medio de la guerra entre dos facciones del IRA, y en ésta la
guerra entre dos cárteles. Personalmente opino como Jax, no me
parece bien que los Hijos de la Anarquía se metan en el negocio de
la droga. Lo suyo son las armas, no las drogas, y que acepten hacerlo
es rebajarse a sí mismos y a lo que representa el club.
La implicación
de Clay en la muerte de John Teller era ya un secreto a voces, en eso
no hay ninguna sorpresa, donde la hay es en el motivo.
Lo de Painey y
Opey es muy fuerte, no te acabas de creer que algo así ocurra
realmente y el último capítulo es uno de los mejores finales de
temporada de los vistos hasta ahora. Jodidamente épico.
Ahora ya la 5ª.
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