En este quinto
libro de la serie Dexter tiene que vérselas con una banda de caníbales.
Dexter acaba de
ser padre de una niña llamada Lily Anne y por primera vez alberga sentimientos
hacia otro ser humano. Dexter quiere a su hija como nunca ha querido a nadie
(de hecho es la primera vez que siente amor por alguien) y quiere protegerla y
estar siempre con ella. Por eso toma la decisión de dejar de matar criminales.
Dexter se ha
tomado unos días por paternidad pero su hermana Deborah apenas le deja
disfrutar de ellos al necesitar de su presencia en una escena del crimen, y
siendo cómo es ella protestar es inútil. Una chica llamada Samantha Aldovar ha
desaparecido de su casa y en su habitación han encontrado una gran cantidad de
sangre, demasiada como para que pueda seguir viva.
Cuando Dexter
llega a la escena ve a su hermana a la gresca con los federales, pues quieren
arrebatarle el caso. Ella cree que es un claro caso de homicidio pues es
imposible que Samantha siga viva con toda esa sangre en su habitación, y el FBI
lo toma como un caso de desaparición o de secuestro, y para aclararlo Deborah
necesita que Dexter utilice su don especial y le diga lo que opina de la
escena, pero como ha decidido dejar de matar su Oscuro Pasajero guarda silencio
desde entonces así que tiene que arreglárselas por sí mismo.
En su opinión
la escena es un montaje, que la sangre bien podría ser de animal y cree que
Samantha está escondida en alguna parte. Tras analizarla informa a Deb que el
grupo sanguíneo no coincide con el de Samantha, noticia que Deb no esperaba
oír, así que lo que tiene entre manos es un caso de secuestro. Como Deb estaba
al frente del caso su superior sigue dejándola al frente pero deberá mantener
informado al FBI en la búsqueda de la chica. Durante la investigación (en la
que Dexter se ve obligado a acompañar a su hermana) descubren que una amiga de
Samantha, Tyler Spanos, también ha desaparecido, y al parecer le dijo a su
madre que iba a pasar la noche en casa de Samantha, así que no tienen entre
manos un solo caso de secuestro sino dos.
Posteriormente
encuentran los restos de un cadáver que identifican como el de Tyler, que ha
sido parcialmente devorado, así que todo apunta a que tienen entre manos una
banda de caníbales y las pistas señalan a Bobby Acosta, hijo de un influyente
político local, como el líder de la banda.
Por si no fuera
suficiente, Brian, el hermano de Dexter, vuelve a entrar en su vida y Dexter se
ve obligado a presentárselo a Rita y a los niños. Brian se las da de simpático
y de tío guay, pero Dexter lo conoce muy bien y no se fía y cree que se trae
algo entre manos.
Como el libro
anterior, este también hacía mucho tiempo que lo tenía en casa. Pude leerlo el
año pasado, cuando leí el 4º libro, pero se me hacía pesado leer dos libros
seguidos del mismo tipo, así que lo pospuse, hasta que decidí leerlo ahora.
El libro me ha
gustado aunque está lejos de los dos primeros libros, que son los mejores. Los
libros de Dexter suelen andar por las 300 páginas pero este llega casi a las
500, lo que me parece demasiado extenso. El libro se va mucho por las ramas,
dedicándole demasiadas páginas a la vida personal de Dexter, su nueva condición
de padre y sus recién descubiertas emociones humanas, su decisión de no volver
a matar (algo que sabemos que solo será algo temporal) y la reaparición de su
hermano Brian, que se apropia de su familia y hace que Dexter se sienta un
extraño en su propia casa. Y luego aparte está el caso policial, que es lo
verdaderamente importante.
Yo
personalmente ya me había olvidado que a diferencia de la serie Brian seguía
vivo en los libros y es una aparición muy interesante para esta 4ª entrega.
¿Quién sabe para qué habrá vuelto? Lo de los caníbales es algo a lo que Dexter
aún no se había enfrentado y es bastante truculento, una escena en concreta es
bastante impactante, hay que tener estómago para leerla, y no va con segundas,
jeje.
El desenlace
del asunto de los caníbales es inesperado y las últimas páginas dejan un tema
abierto para continuar en el siguiente libro. En general el libro es bastante
entretenido y está narrado con bastante humor negro (algo que faltaba en la
serie), pero es verdad que conforme aparecen más libros de Dexter este parece
ir diluyéndose, ablandándose, y ahora mismo se ha alejado bastante del asesino
frío y letal del primer libro. No sé si a este paso acabará haciéndose bueno y
todo. En fin, el siguiente el 6º libro, “Dexter por dos”. A ver para cuándo.
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