“Antes de que los cuelguen” es el segundo libro de la trilogía de “La Primera Ley” de Joe Abercrombie, continuación de “La voz de las espadas”.
El Superior Glokta es enviado a la ciudad de Dagoska para descubrir qué le ha ocurrido a su predecesor el Superior Davoust, que ha desaparecido sin dejar rastro. Además también debe descubrir qué miembros del Consejo de la ciudad han conspirado para entregar Dagoska al ejército gurko y fortalecer las defensas de la ciudad ante el inminente asedio. Dagoska no debe caer bajo ningún concepto.
Muy lejos de allí, el ejército de la Unión se dirige hacia Angland para enfrentarse a los salvajes de Bethod, que han empezado a invadirla, pero los norteños son muy superiores en número y las tropas de la Unión tienen todas las de perder.
Mientras, Bayaz, el Primero de los Magos, conduce a un variopinto grupo de aventureros (su aprendiz Quai, Logen Nuevededos, el navegante Pielargo, el capitán Luthar y la guerrera Ferro) en un largo viaje hacia el confín del mundo en busca de un antiguo y poderoso objeto maǵico para utilizarlo contra los enemigos de la Unión.
El primer libro ya me dejó todo loco y me convirtió en fan incondicional de Abercrombie y esta segunda entrega no ha hecho más que confirmar el increíble talento del autor en lo que al género fantástico se refiere.
El libro es impresionante, es un poco más largo que el anterior pero las páginas se pasan volando (de hecho lo acabé un día antes de lo que pensaba), hay batallas a uno y otro lado (a este respecto Abercrombie no tiene nada que envidiar a George R. R. Martin), espectaculares y sangrientas, y aquí descubrimos algo más acerca de los Magos, su guerra y lo que puede ser esa Semilla. El libro es fabuloso y si no has leído nada de Abercrombie te recomiendo esta trilogía sin falta. Aunque no sé si con un solo libro más será suficiente para dejar todas las tramas perfectamente cerradas (por lo que sé hay otros cuatro libros independientes ambientados en el universo de “La Primera Ley”, así que hay material para rato).
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