Tina lleva tres meses sin ver a su novio Josh, que estudia en la universidad, por eso le entusiasma pasar el fin de semana con él en su residencia. La pega es que sus padres no la dejan ir sola, así que tiene que llevar a su prima Holly consigo, que es un poco pesada y está obsesionada con los chicos.
Se supone que Josh tenía que recogerlas en la estación de tren pero cuando llegan Josh no se encuentra allí. Tras esperarle un buen rato Tina empieza a preocuparse pero entonces aparece un chico llamado Chris Roberts, el compañero de cuarto de Josh. Este les dice que Josh se fue de expedición geológica a la montaña el día anterior y que se le ha averiado el coche y no regresará hasta el día siguiente. Tina se enfada pues había planeado pasar el fin de semana entero con su novio, pero Chris trata de animarla y les enseña a ambas la residencia y más tarde las lleva a una fiesta. Para complicar más las cosas su prima Holly desaparece sin dejar rastro y al día siguiente Josh sigue sin dar señales de vida, pero Chris parece tener siempre una explicación para cada imprevisto que sucede, y Tina empieza a pensar que algo extraño está pasando.
La protagonista de esta historia no me cae nada bien y me parece bastante estúpida. O sea, a los dos minutos de conocer a Chris ya se siente atraída por él e incluso lo besa, y este la convence de irse de fiesta, y mientras tanto el novio desaparecido y a saber si le ha pasado algo. Vamos, la peor novia del mundo. El de “Juego letal” tenía alguna que otra cosa que me gustaba, pero este ni eso. Al menos solo son 130 páginas y se pasan rápido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario