Brian Lumley es un escritor de terror, uno de esos escritores que hicieron su aportación para expandir el universo de los Mitos de Cthulhu de Lovecraft tras la muerte del genio de Providence (de hecho Lumley nació el año de la muerte de Lovecraft). Lumley ha escrito varios relatos y novelas ambientados en este universo, y yo ya me había leído una antología suya, «El visitante nocturno», en dos ocasiones, que me gustó mucho.
Como en este caso, el presente libro lo saqué de la biblioteca y fue toda una sorpresa encontrarlo. Al parecer alguien lo donó, pero al bibliotecario el autor no le interesa demasiado y nisiquiera lo registró en el catálogo; de hecho me dijo que sin quería podía quedármelo, pero con leerlo una vez tengo más que suficiente.
Muchos de estos relatos y novelas están protagonizados por un investigador ocultista llamado Titus Crow, que en su biblioteca particular tiene algunos de los libros mencionados en los relatos de Lovecraft, y otros inventados por él y los demás escritores lovecraftianos, como el Necronomicon, De Vermis Mysteriis, el Cultes des Goules y el Cthäat Aquadingen entre otros, y esta es la primera novela del ciclo de Titus Crow (de un total de seis).
A partir de unos extraños sueños (Titus Crow posee un ligero don psíquico) Crow empieza a investigar una serie de extraños fenómenos psíquicos, relacionados con diversas perforaciones mineras y petrolíferas y el hallazgo de unas misteriosas piedras de forma esférica en unos túneles de procedencia no humana.
Titua Crow se hace con una de esas piedras y a través de un intercambio de misivas y de unos manuscritos que acaban en su poder, descubre la horrible verdad. Estas piedras son en realidad huevos de unas ancestrales criaturas relacionadas con el Ciclo de Cthulhu, que llevan prisioneras bajo tierra desde hace milenios. Pero pese a ellos poseen un gran poder que puede llegar hasta la superficie, y persiguen hasta la muerte a todo aquel que ponga sus manos sobre sus huevos, mediante terremotos o introduciéndose en la mente de la persona y llevándola a la locura.
Crow convoca a su casa a su colega Henry-Laurent de Marigny (descendiente de un personaje que aparecía en un relato de Lovecraft), para ponerle al tanto de sus descubrimientos, y se pone en contacto con un profesor de la universidad de Miskatonic, conocido suyo, que forma parte de una organización secreta dedicada a localizar y exterminar a este tipo de criaturas, pues ahora que han descubierto la verdad, Crow y de Marigny se convierten en el objetivo de estos seres.
El libro me ha gustado mucho. Lumley me encanta, tiene una prosa ágil y directa y engancha enseguida, y va introduciéndote en el espeluznante universo de Lovecraft poco a poco. Aunque Lovecraft es mucho Lovecraft, Lumley es un digno sucesor.
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