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viernes, 3 de mayo de 2019

Dioses de Marte, de Edgar Rice Burroughs

"Dioses de Marte" es la segunda novela de la serie de John Carter, un veterano de la Guerra de Secesión que sin saber muy bien cómo se transportaba a Marte, donde debido a la gravedad más ligera que en la Tierra, tenía una fuerza superior a la de un humano corriente y la capacidad de saltar grandes distancias, y llegaba a convertirse en el mayor héroe del planeta rojo.

Al final de la primera novela John Carter se encontraba inexplicablemente de vuelta en la Tierra y "Dioses de Marte" tiene lugar diez años más tarde. Durante todo este tiempo Carter ha tratado de recrear las condiciones que lo llevaron a Marte la primera vez, inútilmente, hasta que de pronto logra su objetivo y se encuentra de nuevo en el planeta rojo (igual que en la primera novela no se nos explica cómo lo hace, simplemente ocurre y punto). Al principio duda de haberlo logrado, pues se halla en medio de una frondosa zona boscosa, pero algo en su interior le dice que efectivamente está en su querido Barsoom. Pero Carter apenas tiene tiempo de acostumbrarse pues enseguida se ve rodeado de monos blancos y hombres planta y debe luchar por su vida. y Allí, en medio de la batalla, se encuentra de nuevo con su viejo amigo Tars Tarkas, que lo pone al tanto de lo ocurrido en su ausencia, y sobretodo de la suerte corrida por su amada Deja Thoris.

El vergel en el que se encuentran está al lado del río Iss, en el valle de Dor, cerca del templo de la diosa Issus. Aquel es un lugar al que muchos marcianos acuden en peregrinaje, a lo largo del río Iss hasta llegar al templo, en su devoción por la diosa, pero muy pocos regresan con vida y los que lo hacen (los que regresan de "la muerte") son sacrificados, pues así lo establece la ley.
El templo está administrado por los therns, una raza de hombres blancos que sirven a la diosa, supuestamente inmortales pero que en realidad son tan mortales como el propio Carter, y los fieles que llegan hasta allí que logran sobrevivir a los monos blancos y a los hombres planta son devorados por ellos. Sí, los therns son caníbales.

Así que Carter y Tars Tarkas entran en el templo y se cargan a un montón de therns. Durante la lucha Carter se ve separado de su amigo y llega a una zona donde hay varias doncellas hechas prisioneras, a las que libera. Pero al salir al exterior se ven soprendidos por los piratas negros de Barsoom (que como su nombre indica, son de raza negra), que aparecen en sus naves voladoras y los capturan y los llevan con ellos.
Los piratas negros, los Primeros Nacidos,  son una de las primeras razas en surgir en el planeta rojos y viven en uno de sus satélites. Son siervos devotos de la diosa Issus, que es real y vive allí con ellos y acatan todos sus deseos sumisamente y con temor pues es una diosa cruel y despiadada.

Pero cuando llevan a Carter ante ella, este la ve como es realmente, una mujer grotesca y repulsiva que no tiene nada de divina, y él no tiene ninguna intención de inclinarse ante ella ni de mostrarse respetuoso. Carter es encerrado en una de las celdas del palacio de Issus y allí entabla amistad con un joven guerrero encerrado en otra celda. Acaba descubriendo asombrado que el joven guerrero no es otro que su hijo Carthoris, al que nunca conoció debido a su súbito regreso a la Tierra, y juntos ponen en marcha un plan de fuga, la forma de acabar con Issus y conseguir que sus devotos seguidores negros la vean como lo que es realmente y volver a reunirse con su amada Deja Thoris.

"Dioses de Marte" es tan buena como la primera entrega. Está llena de aventuras y el protagonista no tiene un instante de respiro, termina una batalla y ya se mete en la siguiente, o cuando cree que ha acabado van y lo hacen prisionero. Personalmente me gusta su tono antirreligioso, pero también tiene cosas que chirrían. Las mujeres ejercen únicamente de damiselas en apuros (a Deja Thoris solo se la ve un momento al final del libro) y al autor se le nota que es un poco racista. Siempre se está refiriendo a los Primeros Nacidos despectivamente como negros; el negro dijo esto, el negro hizo esto otro... Y eso no queda muy bien. Pero bueno, el libro es corto, 220 páginas, y muy entretenido, y termina con un pedazo de cliffhunger que te deja con ganas de más.
(Por eso me leí los 4 primeros libros seguidos, jaja).

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