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jueves, 25 de abril de 2019

Una cierta justicia, de P. D. James

Venetia Aldridge es una reputada abogada criminalista que aparece muerta en su despacho del Tribunal, víctima de una puñalada en el corazón, su peluca de abogada puesta y la cabeza cubierta de sangre.
Venetia era una mujer de éxito, que perdió muy pocos casos a lo largo de su carrera, pero tenía un carácter muy fuerte que le había granjeado no pocos enemigos. Recientemente había descubierto que un ex-cliente suyo, Garry Ashe, un joven acusado de asesinar a su tía y que Venetia logró que declararan inocente, se había comprometido con su hija Octavia, de 18 años, con la que mantenía una fría relación, y no estaba dispuesta a permitir que ese compromiso continuara adelante.
Además competía con Drysdale Laud por el puesto de presidente de la Cámara, una vez Hubert Langton se jubilara al final de año, y había descubierto por un cliente que su anterior abogado, su colega Simon Costello, sabía que él había sobornado al jurado en su juicio de entonces, y Venetia iba a tomar medidas contra él.
El comisario Adam Dalgliesh se hace cargo del caso.

El libro me ha sorprendido gratamente. Pensaba que por su extensión (casi 600 páginas, el más extenso de la autora) sería algo lento, pues P. D. James suele tomarse su tiempo para contar las cosas, pero el libro me ha gustado desde el principio. Es verdad que hasta las casi 200 páginas no se produce el crimen, pero mientras vas conociendo a la abogada y a los posibles sospechosos del crimen y sus móviles. Luego ya es lo habitual, investigar, descubrimiento de nuevos datos que inclinan la balanza hacia uno y otro sospechoso, etc. La novela está bien escrita y es bastante ágil. Incluso se produce un segundo asesinato que complica más aún las cosas. Es muy recomendable. 

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