En un lugar llamado Tierra, de Jordi Sierra i Fabra

Hace casi 10.000 años las máquinas salvaron a la humanidad de la extinción durante el Gran Holocausto y se trasladaron a un nuevo planeta al que denominaron Tierra 2, y desde entonces humanos y robots viven en armonía. Hal Yakzuby, uno de los científicos humanos más importante de Tierra 2, lleva a cabo una encuesta entre la población para comprobar si esa armonía es perfecta o si existe un pequeño porcentaje de humanos descontentos por el hecho de que sean los robots los que ostenten el poder y de que todos los puestos importantes estén ocupados por robots.

Pero de pronto la clase Dirigente cancela su proyecto, al considerarlo contraproducente para la convivencia idílica entre hombres y robots, y poco después ocurre algo que podría darle la razón a Yakzuby, algo que nunca antes había ocurrido. Una nave regresa del espacio a Tierra 2. A bordo, un robot, Ludoz 7-521, y un humano, Djub Ehr, en animación suspendida. El robot ha sido asesinado y ante este hecho la lógica de los robots es muy clara: si no había nadie más a bordo y un robot jamás se suicidaría, el humano tiene que ser el culpable. Djub Ehr afirma ser inocente y no sabe nada al respecto, pero los robots no lo creen y van a juzgarle por asesinato. Entonces Hal Yakzuby recibe una llamada inesperada. La esposa de Djub Ehr cree en la inocencia de su marido y quiere que él lo defienda en el juicio.

Yakzuby se muestra reacio, ya que ni es abogado ni quiere verse envuelto en un asunto tan complicado, pero acaba aceptando. Yakzuby no solo tratará de probar la inocencia de su cliente, sino también descubrir por qué murió la máquina y cuál era la misión de la nave, que es un absoluto secreto. Las pruebas indican que la nave aterrizó en algún lugar pero los archivos del ordenador fueron borrados. ¿Dónde estuvo la nave y quién borró los archivos para que no se supiera?


"En un lugar llamado Tierra" es la primera entrega de una trilogía conocida como el "Ciclo de las Tierras", que el autor escribió a mediados de los años ochenta y que fue todo un éxito (de hecho este ejemplar pertenece a la 9ª edición, ahí es nada).
Hace varias semanas me leí otro libro del autor relacionado con esta trilogía, que puede leerse independientemente, y me gustó, así que quise leerme estos tres libros, cosa que he hecho consecutivamente. Lo cierto es que me ha gustado mucho. Es una mezcla de ciencia-ficción y misterio, que recuerda a los relatos de robots de Asimov, quizá por eso, al poco de empezarlo, te olvidas que es una novela juvenil y te quedas solamente con que es una buena novela de ciencia-ficción.
La parte de misterio está bien llevada y hacia el final se hace una importante revelación. El final propiamente dicho es algo abierto, claro que al ser el primer libro de una trilogía era de esperar.
Bueno, dentro de nada la reseña del segundo libro.