Faltándole poco para jubilarse, Harry Bosch es suspendido del Departamento de Policía por un tecnicismo, en realidad una excusa para no tener que concederle la pensión completa. Harry contrata los servicios de su hermanastro, el abogado Michael Haller, para que lo defienda. Mientras dura el proceso a Harry le suspenden el sueldo, y con una hija a punto de ir a la universidad es algo que no puede permitirse, así que accede a jubilarse para poder acceder a su pensión.
Mientras tanto, Haller le pide ayuda a Harry con un caso. Una mujer ha sido brutalmente asesinada en su cama y todos los indicios apuntan directamente a un cliente de Haller, un ex-pandillero reformado y padre de familia. Aunque las pruebas contra él parecen irrefutables, Michael cree que es inocente y que le han tendido una trampa.
Al principio Bosch no quiere saber nada del tema, porque siempre ha mirado con desprecio a los policías que una vez jubilados se pasan al lado de la defensa, pero la posibilidad de que sea inocente no lo deja dormir, porque eso significa que el verdadero asesino sigue en la calle y no se ha hecho justicia. Así que Bosch decide ayudar a su hermanastro con una condición: si su investigación lo conduce a la culpabilidad de su cliente, ahí lo dejará; si no, seguirá hasta dar con el asesino, cueste lo que cueste.
Al repasar el informe del caso no tarda en descubrir que este tiene muchas lagunas, lo que indica que el inspector que investigó el caso no hizo un buen trabajo, y sus propias pesquisas lo conducen al interior del Departamento de policía, pero ignora que el asesino al que está siguiendo la pista también lo estás siguiendo a él.
El libro me ha gustado mucho. Es especialmente interesante porque al haberse jubilado Harry, ya no dispone de los recursos de la policía para investigar, y ahora hacerlo le resulta más difícil, y es curioso ver cómo se las ingenia para hacerlo. Además el caso en sí es muy bueno. Es de los que me gustan: al investigar el crimen descubres que se relaciona con un segundo asesinato y para resolver el primero tienes que resolver el segundo. No es hasta las últimas 100 páginas o así que descubres el móvil de los asesinatos y es alucinante. Es una trama muy bien construida, que avanza poco a poco y va complicándose a medida que avanza, y el clímax final es como un puñetazo al estómago.
Además me encanta que Haller y Bosch compartan protagonismo. Bosch aparece en algunas de las novelas de Haller, y mola que aquí Haller le devuelva el favor. Tienen personalidades muy diferentes y es muy divertido verles interactuar. Magnífico dúo dinámico. en resumen, una muy buena novela de la serie que marca una nueva etapa del personaje.
8/10.
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