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miércoles, 22 de mayo de 2024

Ghostgirl, de Tonya Hurley


Charlotte Usher es prácticamente invisible en el instituto Hawthorne High, no tiene amigos y nadie se fija en ella. Charlotte está colada por Damen, la estrella del equipo de fútbol y novio de Petula Kensington, la chica más pija y popular del instituto, y su sueño es ir con él al Baile de Otoño y que le dé el Beso de Medianoche, algo casi imposible. 

Como primer paso ambos son compañeros de laboratorio de Física y ella se ofrece a darle clases particulares para ayudarlo a aprobar. Pero antes de poder darle su primera clase Charlotte se atraganta con un osito de gominola y muere. 

Ahora es un fantasma y descubre que aún después de muerta tiene que seguir yendo a clase. La asignatura es Muertología y en ella Charlotte y los fantasmas de alumnos fallecidos trágicamente o de forma inesperada aprenden todo lo relacionado con su nueva condición de muertos, que los vivos han quedado atrás y no deben interactuar con ellos y cuál es su asunto pendiente que los retiene allí, para poder superarlo y cruzar al Otro Lado. 

Pero Charlotte hace oídos sordos a todo esto porque lo único que le importa es ir con Damen al Baile de Otoño. Charlotte descubre que Scarlet, la hermana menor gótica de Petula, es capaz de verla, así que se hace amiga suya y la convence de que la deje poseerla para poder conquistar a Damen e ir con él al Baile. 


Me apunté a un reto de portadas de Goodreads y tenía que leerme un libro con los cantos pintados. Pasaba de comprarme la edición especial de ACOTAR o la de Alas de sangre, y recordé este libro, que lleva la tira de años en la biblioteca. El libro es ligero y se lee enseguida. Yo me lo leí en dos días. Debo decir que no soy el público objetivo de este libro. Se nota que está dirigido a chicas adolescentes de 11-12 años o así, porque lo único en que se centra la protagonista es en salir con el chico más popular del instituto, y eso me parece estúpido y superficial. De hecho la protagonista me cae tan mal como Petula, es egoísta y superficial como ella, pero al menos al final hace lo correcto. 

Por otro lado parece que la autora no dedicó mucho tiempo a pensar en las normas de los fantasmas, porque hay algunas incoherencias. Unas veces Charlotte atraviesa puertas y otras cosas, pero  otras va sentada dentro de un coche o Scarlet la coge del brazo y la maquilla. ¡¿Pero cómo vas a maquillar a un fantasma?! No tiene sentido. En fin, como mucho diré que es entretenido y la portada es muy original, con el relieve y los cantos pintados (y no es una edición especial sino la normal), pero es perfectamente olvidable.

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