La novela transcurre en el Madrid prerrevolucionario de 1868. Jaime Astarloa es un veterano maestro de esgrima que se gana la vida enseñando el olvidado arte del florete a los jóvenes nobles de la ciudad. Entonces entra en su vida Adela de Otero, una dama que quiere contratar sus servicios para que le dé clases de esgrima, en concreto quiere que le enseñe la estocada de los 200 escudos, un famoso y efectivo movimiento inventado por el propio Astarloa.
Al principio se muestra reticente, pues cree que la esgrima no es algo propio de mujeres, pero al descubrir que domina la teoría y tiene experiencia en el manejo del florete, cambia de idea y con el trato continuo empieza a sentirse atraído por ella.
Entonces uno de sus alumnos aparece asesinado y Astarloa decide investigarlo por su cuenta, pues la forma de morir le resulta sospechosamente familiar...
El libro me ha gustado. La historia tiene vibras de "Los tres mosqueteros" y me encanta todo ese ambiente de los duelos, el honor de la lucha a espada, la nobleza y tal. Como en los libros de Alatriste, la prosa imita mucho a la propia de la época y esto también me gusta. La mayor parte del libro se centra en el tema de la esgrima y en el trasfondo político de la época, que van contándonos poco a poco, y la parte del asesinato no ocurre hasta las últimas 100 páginas. Este es uno de los libros que encumbraron a Pérez-Reverte como escritor y la verdad es que me ha encantado.
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