El 4 de julio de 1947 un OVNI se estrelló en el desierto de Nuevo México, en Roswell. Un equipo especial de militares del 509 Escuadrón de Bombarderos fue al lugar del siniestro y recuperó los restos de la nave. Tras hacerlo informaron al mundo de la operación, pero menos de 24 horas después los militares cambiaron su versión por la del globo sonda. ¿Por qué se movilizaron tantos camiones y aviones para trasladar los restos de un único globo sonda? ¿Por qué amenazaron a los casi treinta testigos y a sus familias para que mantuvieran la boca cerrada, si sólo era un aparato meteorológico? ¿Por qué los testigos de aquel suceso afirman que los extraterrestres que encontraron entre los restos de la nave eran totalmente distintos de los que salen en el vídeo de la autopsia que vio la luz en 1995? ¿Acaso hubo dos colisiones, o se trata quizá de un fraude?
Antes de que Iker Jiménez entrara en escena con su programa de radio, sus libros de fenómenos paranormales y su Nave del Misterio, el número 1 en el tema era Javier Sierra. Fue fundador de la revista Año Cero y posteriormente director de la revista Más Allá. También fue un asiduo colaborador de varios programas de televisión, como Crónicas Marcianas (cuando era Crónicas Marcianas, no el esperpento en que se convirtió después), y actualmente tiene su propia sección en el programa de Iker Jiménez.
El supuesto OVNI, hecho de papel albal |
Javier Sierra se inició en el mundo literario con este ensayo sobre el caso Roswell, y con él demuestra el exhaustivo investigador que es, porque no deja piedra sin remover y nos cuenta al detalle lo que ocurrió aquella noche del 4 de julio de 1947 y las maniobras de los militares para ocultarlo todo.
A partir de entrevistas con los testigos supervivientes o con sus hijos (el libro es de 1995), tanto civiles como militares, Javier Sierra recrea fielmente lo sucedido aquella noche y lo que ocurrió en los días posteriores con la campaña que llevó a cabo la Fuerza Aérea, amenazando a los testigos con duras represalias si no cerraban el pico y apoyaban la teoría oficial del globo sonda.
Javier Sierra también dedica una buena parte del libro a analizar la película de la supuesta autopsia a uno de los extraterrestres que dio la vuelta al mundo en 1995; hablando con el encargado de difundir la película, repasando la historia del que la grabó para comprobar si era cierta o no, y mostrándole la película a expertos forenses para que le dieran su opinión profesional (todos llegaron a la conclusión de que era un fraude porque lo que hacen los supuestos forenses que aparecen en la película es una auténtica chapuza).
Personalmente yo sí creo que se estrelló un OVNI en Roswell y que el Ejército lo cubrió todo. Tengo bastante de Fox Mulder y soy de los que están convencidos de que no estamos solos en el Universo. Porque sino, como dice Jodie Foster en “Contact”, “cuánto espacio desaprovechado”. Pero no creo que la película de la autopsia sea auténtica. Falta un montón de metraje y los forenses que la realizan hacen lo que ningún forense experimentado haría. Además me parece mucha casualidad que la película viera la luz justo cuando iba a iniciarse una exhaustiva investigación para averiguar si la Fuerza Aérea había ocultado o no lo ocurrido en Roswell. Esto en mi pueblo se llama “Maniobra de Distracción”, y no hay más que decir.
Yo no soy muy de ensayos, pero a mí este libro me encantó (las dos veces) porque da mucha información sobre el caso, y el rollo alien me chifla, así que han sido unos días muy entretenidos. Si a ti no te pasa lo mismo también te lo puedes leer, porque en ningún momento viene a decir que sí existen los aliens, o que no. El autor expone los hechos y se limita a dar su opinión. Luego que coincidas o no ya es cosa tuya.
Ahora a ver si me leo el de “La Cena Secreta”, del mismo autor.
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