Esta temporada se centra en el juicio a
Hank por corrupción de menores. Lo que pasó entre Hank y Mia sale a
la luz y la noticia enseguida corre como la pólvora. El libro de
“Follando y pegando” pasa a ser la novela de una joven y
primeriza escritora al libro de memorias de Hank Moody sobre su
encuentro sexual, y de inmediato se convierte en un superventas. Es
tal el éxito que hasta Hollywood quiere sacar tajada, y quieren
hacer la película. Sasha Bingham, una joven estrella de cine de la
que todo el mundo habla, va a hacer de Mia y quiere que Hank escriba
el guión, ya que el que ha leído es una puta mierda.
Hank no quiere ni oír hablar del tema,
porque la vez anterior que adaptaron un libro suyo la cagaron a base
de bien, pero Charlie hace su magia y consigue convencerle. Y claro,
luego pasa lo que pasa. Al estar siempre con Sasha, hablándole de
cómo es su personaje, por qué se acostó con Mia y tal, pues al
final acaban follando, y más de una vez, hasta que Hank vuelve a
cagarla y se tira a su madre, sin saber que lo es, claro, y a Sasha
se le quitan las ganas de volver a hacerlo con él.
Aparte, Karen se pone furiosa al
descubrir lo de Hank y Mia, y lo echa de casa. Becca al principio
cree que es inocente y que le han tendido una trampa, pero luego
descubre que es verdad y se enfada con él, algo normal ya que veía
a Mia como a una hermana mayor.
Becca se una a un grupo de rock
femenino (hay que reconocerlo, la chica tiene talento) y Karen
empieza a salir con el padre de la cantante, que es negro (es muy
divertido ver a Hank referirse a él como Jesús negro y preguntarle
a Karen si convierte el agua en whisky).
Charlie ha decidido acostarse con 100
mujeres diferentes (hasta la fecha “solo” se ha acostado con 11)
y se echa casi toda la temporada follando. Marci empieza a salir con
el productor de la película de Hank y también descubre que está
embarazada. El bebé solo puede ser de Charlie, lo cual es bastante
sorprendente ya que éste se había hecho dos vasectomías, ninguna
de las cuales fue efectiva al 100%, como se ve. Al principio piensa
en abortar, ya que jamás se le pasó por la cabeza ser madre, pero
al final cambia de idea y se lo queda.
Bueno, pues mi opinión de la temporada
es la misma que la de las temporadas anteriores. Esta 4ª temporada
es divertidísima, genial, con momentos sexuales desternillantes
(como Charlie afeitándose sus parte porque cree que así su polla
parecerá más grande, y cortándose ahí abajo sin querer y
chorreando sangre por todo el suelo, y yendo al hospital a que le den
unos puntos), pero también se ponía seria por veces, con Hank
dándose cuenta de que está tocando fondo y que se está alejando de
Karen y Becca, las cuales siguen adelante con su vida sin contar con
él para nada. Es triste pero es algo que Hank se ha buscado él
solito.
La única pega, aparte de lo cortos que
son los capítulos, es que se echan toda la temporada hablando del
juicio, que va a ser muy importante, que Hank no puede cagarla y todo
eso, y al final solo le dedican un capítulo, y eso sabe a poco. Eso
sí, es el mejor capítulo y algunos de los flashbacks son para mear
de la risa (como Hank cagando en el coche de Bill, se ve cómo cae la
mierda; o cuando Hank suelta esa gran frase: “la venganza es un
plato que se sirve mejor con mi polla”; ole sus huevos).
Sobre el final, éste me ha parecido
bastante bueno. Acaba una etapa y comienza una nueva, Hank
despidiéndose de todos y conduciendo su coche hacia el horizonte sin
saber lo que le espera. Si fuera el final de la serie habría sido
perfecto, pero como cuatro temporadas no llegan a nada, habrá que
esperar a la 5ª para saber qué le depara el futuro a Hank.
No hay comentarios:
Publicar un comentario