La película pone punto y final a la trama de los goa'ulds, que ocupó las ocho primeras temporadas de la serie Stargate SG-1. La película trata sobre viajes en el tiempo, paradojas temporales y todo el tema. Esta ya es la tercera vez que sale lo de los viajes en el tiempo en la serie, pero a mí es algo que me encanta, así que no me importa pasar otra vez por lo mismo.
Baal es el último Señor del Sistema que queda con vida y al comienzo de la película la Tok'Ra va a someterlo al ritual de la extracción, es decir, que lo extraerán de su anfitrión, lo meterán en un tubo y luego lo aplastarán contra el suelo. Y el SG-1 está ahí, claro, para ser testigos del fin del último goa'uld. Entonces Baal les dice que él no es el verdadero Baal, que es un clon, y que no podrán hacer nada por detener al verdadero.
Baal ha viajado en el tiempo a 1939, a bordo de un barco que está cruzando el Ártico, el cual lleva el Stargate encontrado en Egipto rumbo a Norteamérica para ponerlo a salvo ante la inminente guerra. Baal mata a toda la tripulación y hace encallar el barco. De esta forma el Stargate nunca llegó a Norteamérica, nunca hubo Comando Stargate ni se acabó con los goa'ulds. Mientras, en el presente, en el ritual de extracción, las personas empiezan a desaparecer y luego empiezan a hacerlo los edificios. Mitchell, Jackson y Carter consiguen activar el Stargate y colarse por él antes de que la onda de tiempo los alcance. Cuando cruzan el Stargate de la Tierra, lo hacen en la nueva línea temporal. Se ponen en contacto con las Fuerzas Aéreas y les cuentan su historia, pero no les creen. El general Landry sí, pero no les va a dejar acercarse al Stargate y viajen en el tiempo, porque para él su línea temporal está bien como está, así que a los tres no les queda otra que limitarse a vivir allí una vida normal.
Al cabo de un año llega Baal con todas sus naves, dispuesto a invadir la Tierra, y el Presidente recurre al trío para que salven la situación (claro está, Daniel le suelta un "se lo dije" en toda la cara). Y la única forma de salvar el mundo es viajar al pasado e impedir que Baal reescriba la historia.
La película tiene algunos momentos lentos y aburridos en los que parece no pasar nada, como la parte del Ártico y los tres protagonistas viviendo en la nueva línea temporal, pero a partir de la invasión de Baal las cosas empiezan a ponerse realmente interesantes y ya no hay un segundo de descanso. En general la historia me ha gustado y me ha parecido bastante buena, aunque más tarde, al pensar en ella, me fijé en que tenía algunos fallos. Es lo que pasa con los viajes en el tiempo, que tienes que dejarlo todo bien atado para que la cosa no chirríe. Y algunas cosas no quedan tan bien explicadas. Vamos, que le doy un 6 sobre 10.
Bueno, ahora ya puedo decir que he acabado con esta serie. Ufff. Aún quedan la de Atlantis y la de Stargate Universe, pero voy a dejar pasar algo de tiempo antes de meterle mano.
Ahora a otra cosa.
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