La verdad es que pude
haber esperado un poco y hacer la entrada hablando de las dos
temporadas, porque en esta 2ª temporada no ocurre gran cosa, es lo
mismo que la 1ª, y me gusta que las entradas que escribo tengan algo
más que unas pocas líneas, pero como hice la de la 1ª temporada
por separado, pues ya no tiene remedio, así que a ver hasta dónde
llego.
Esta temporada, como la
anterior, es bastante buena, y además es corta, 15 capítulos, uno
más que la 1ª, con lo que se ve enseguida. Las historias de esta
temporada vienen a contar lo mismo que la anterior. Georgia y su
grupo de aparecidos, dirigidos por Rube, siguen recogiendo las almas
de los fallecidos y llevándolas al Otro Lado, aunque de vez en
cuando tienen algún que otro problema con alguna alma, que se niega
a cruzar, y tienen que ingeniárselas para convencerlo/la. Georgia
está algo más suelta en esta temporada, no está tan rígida y sosa
como en la anterior, aunque sigo pensando que lo de Ellen Muth no es
la interpretación (aquí sonríe o llora de vez en cuando, pero la
mayor parte del tiempo pone siempre la misma cara).
Daisy también me cae
mejor en esta temporada. En la 1ª era algo superficial, pero aquí
es más cercana y ves que también tiene sus propios problemas, que
se guarda para sí, y no todo es de color de rosa. Y luego está Rube
(Mandy Patinkin es sin duda el mejor), que descubre que su esposa
murió hace mucho tiempo (unos 80 años) y se pone a buscar qué fue
de su hija, que ya es una anciana. Cuando finalmente la encuentra es
uno de los momentos más emotivos y tristes de toda la temporada.
La serie era bastante
buena y es una pena que la cancelaran, sobretodo porque el último
capítulo te deja con ganas de más (no es que sea un final abierto,
sino que es como un capítulo más, como pasó con Firefly). Pero al
menos después hicieron una película para cerrar la serie. Y eso es
lo que toca ahora.
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