Tras creer durante 13 años que
su esposa estaba muerta, Pendergast vuelve a reencontrarse con ella,
pero este momento de felicidad dura poco tiempo. Los miembros de la
Alianza entran en escena y se llevan a Helen, sin que Pendergast
pueda hacer nada para evitarlo. El agente del FBI acaba gravemente
herido, pero aún así se embarca en un viaje
contrarreloj para dar con su esposa antes de que la saquen del país.
Desgraciadamente llega tarde y Helen muere entre sus brazos. Después
de esto Pendergast se derrumba y se enclaustra en una de sus
viviendas, desentendiéndose de todo. Ya no le importa dar con
la Alianza ni vengar la muerte de su esposa, y los intentos de sus
amigos de animarle caen en saco roto. De hecho incluso está
considerando quitarse la vida.
Paralelamente, en diversos hoteles de
Nueva York se están produciendo unos escabrosos asesinatos,
obra de un joven atlético y elegante, que deja partes de su
propio cuerpo en los escenarios de los crímenes y unos
extraños mensajes escritos con sangre. El teniente D'Agosta le
presenta el caso a Pendergast con la esperanza de que lo saque de su
aislamiento, pero en un principio no quiere saber nada. Pendergast
cambia de opinión cuando descubre que el ADN del asesino
coincide con el suyo propio y que los mensajes están dirigidos
a él. Inicialmente cree que se trata de su hermano Diógenes,
que en teoría está muerto, pero la verdad resulta ser
más terrible de imaginar.
No hay nada mejor que un libro de
Pendergast para espabilar a uno, porque tienen un ritmo tan rápido
y son tan intensos que resulta imposible aburrirse. Sobretodo con
este. El principio es de infarto y al menos en mi caso no podía
parar de leer. En esta trilogía nos encontrábamos a un
Pendergast muy diferente del habitual, un hombre desatado, nervioso y
violento, frente al hombre frío y reflexivo, pero en “Dos
tumbas” está aún en peores condiciones: se encierra
en su casa, en bata, descuidando su aspecto, dándole todo
igual y pensado incluso en el suicidio. Verlo en este estado resulta
muy impactante, pero por suerte consigue salir del pozo.
El desenlace de la trilogía de
Helen es alucinante. Por fin conocemos el verdadero propósito
de la Alianza y la relación de los Esterhazy con ellos, así
como lo que ocurrió realmente con el hijo de Constance, y deja
una puerta abierta muy interesante para las siguientes entregas. Las
otras dos tramas de la novela, la de Corrie Swanson y la del doctor
Felder y su búsqueda del mechón de Constance, me parece
que no aportan nada y que están solo para rellenar.
Bueno, llevaba mucho tiempor queriendo
leer este libro (lo tengo en casa desde marzo) y creo que la espera
bien ha merecido la pena. Ahora a esperar a que me llegue el nuevo
libro de Pendergast, “Fuego blanco”.
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