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viernes, 10 de octubre de 2014
Eldest, de Christopher Paolini
Tras la batalla de Farthen Dûr, Eragon se dirige a las tierras de los elfos para formarse plenamente como Jinete, y en su capital, Ellesméra, descubrirá el mayor secreto de los elfos: la existencia de otro Jinete, el elfo Oromis, el Sabio Doliente, que formó parte del Consejo que le denegó a Galbatorix su segundo dragón cuando el primero murió en batalla, y su dragón Glaedr, un enorme dragón dorado con una de las patas delanteras mutilada.
Oromis instruirá a Eragon sobre la cultura y costumbres de los elfos, así como el idioma antiguo y el arte de la magia, y Glaedr instruirá a Saphira en todo lo referente a su especie. Pero Eragon acabó gravemente herido durante la batalla de Farthen Dûr y demasiado a menudo sufre terribles dolores de espalda que le impiden desarrollar cualquier actividad, y Eragon empieza a tener dudas de poder cumplir con las expectativas puestas en él. A pesar de ello pondrá todo su empeño en superar sus limitaciones, pero se verá obligado a interrumpir su formación cuando le lleguen noticias de una inminente batalla entre el ejército de Galbatorix y los vardenos en el país de Surda, adonde los vardenos se han trasladado tras la batalla de Farthen Dûr.
Paralelamente, Roran, el primo de Eragon, regresa a Carvahall tras saber de la desgracia caída sobre su familia (la muerte de su padre a manos de los ra'zac y la posterior huída de Eragon con el viejo Brom), pero antes de poder planificar siquiera lo que va a hacer, los ra'zac vuelven al pueblo acompañados de una pequeña partida de soldados del Imperio para capturarle, pues saben que es primo de Eragon y con él en su poder podrían hacer salir a Eragon, pero Roran se niega a someterse y todo el pueblo de Carvahall se alza en armas contra los ra'zac y los soldados, aceptando las consecuencias que se derivarán de esa decisión. Sorprendentemente consiguen salir victoriosos de los primeros enfrentamientos, aunque algunos de ellos mueren durante la contienda, pero entonces, cuando más confiados están, uno de los vecinos de Roran lo traiciona y a causa de ello su prometida, Katrina, es capturada por los ra'zac y llevada muy lejos de allí. Roran toma la decisión d eir con todo el pueblo hacia el sur, hacia Surda, para unirse a los vardenos y declararle la guerra al rey Galbatorix, con la esperanza de que ellos le ayuden a rescatar a Katrina.
Esta me ha parecido una excelente continuación. En el anterior la prosa a veces parecía algo simple y se notaba que lo escribió de adolescente. Esto se corrige en este segundo libro, está mejor escrito y la prosa es más fluida. La historia del libro es muy completa y ahonda bastante en la mitología de los Jinetes y sus dragones. Sabemos más sobre los ra'zac y los elfos, que pasaban de puntillas en el primer libro y aquí conocemos sus constumbres y creencias y toda su historia en relación con los dragones. Me gustó especialmente la trama de Roran, que le da al libro un giro interesante (no todo va a girar en torno a Eragon); la batalla de las últimas cien páginas es espectacular y lo de Murtgah resulta ser toda una sorpresa inesperada. Eso sí, el libro me ha parecido demasiado extenso, le dedica demasiadas páginas al entrenamiento de Eragon con los elfos, al menos medio libro, y lo del interés amoroso de Eragon en Arya también sobra porque sabes que nunca pasará nada entre ellos. Estas cosas de adolescentes en una saga de este tipo no pintan nada.
En fin, pronto el tercer libro.
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