Al final de la 4ª temporada el padre de Neal mataba al senador
Pratt, el malo de la temporada, y el FBI acusaba a Peter del
asesinato, pues lo encontraron al lado del cadáver y había rastros
de pólvora en sus manos y sus huellas estaban en el arma. Seis
semanas después va a tener lugar la vista preliminar de Peter y Neal
se ofrece a ayudarle a escapar de la cárcel, pero Peter le dice que
esa no es la forma correcta. Entonces un viejo conocido de Peter y de
Neal se ofrece a ayudar a Neal a liberar a Peter. Se trata de Curtis
Hagen, el Holandés, el primer falsificador que Peter y Neal
atraparon juntos (también conocido como el demonio Crowley). El
fiscal está decidido a meter a Peter entre rejas, pero Hagen lo
tiene en el bolsillo y puede convencerlo de fijar su radar en otra
persona, pero es cosa de Neal conseguir pruebas contra esa otra
persona. A cambio, si acepta, Neal deberá hacer algo por él, y Neal
no lo duda.
Él y Mozzie crean una grabación falsa en la que su padre
confiesa el asesinato, y de esta forma Peter vuelve a ser un hombre
libre, sin saber que ha sido cosa de Neal.
Hagen obliga a Neal a robar dos millones de dólares en monedas de
oro galesas de una caja fuerte, para lo que tiene dos días de plazo,
lo que luego descubre es el precio del fiscal para dejar libre a
Peter. Neal cree que tras robar las monedas él y Hagen están en
paz, pero nada más lejos, porque Hagen ha grabado a Neal robando las
monedas y le hace chantaje para que le ayude a salir de la cárcel.
Así, Neal se ve obligado a destruir las pruebas que hay contra
Hagen, los bonos que falsificó cuando lo pillaron, y de esta forma
el Holandés queda libre. Pero no así Neal, al que el Holandés
obliga a seguir trabajando para él.
Hagen quiere que Neal robe un antiguo Códice obra de un tal
Mosconi, guardado en un museo, para lo que tiene 48 horas. En
concreto quiere el capítulo 13 del Códice, y tras robarlo Neal hace
una copia del capítulo para descubrir por su cuenta qué lo hace tan
valioso para Hagen. Para descifrar el capítulo, Neal le pide ayuda
ala conservadora del museo, Rebecca, a la que utilizó para poder
robar dicho capítulo, y así descubre que, al superponer las
páginas, éstas muestran el dibujo de una vidriera. Tras dar con
ella, Neal, Mozzie y Rebecca descubren en ella un código secreto
que, al descifrarlo, les da la ubicación del segundo
diamante Esperanza, un diamante valorado en 60 millones de dólares. Así que
Neal tratará de dar con el diamante antes que el villano de la
temporada.
Volviendo a Peter, tras sacar a la luz la corrupción del senador
Pratt le ofrecen dirigir el Departamento de Guante Blanco de
Washington, a lo que accede gustoso. Pero mientras no llega el día
del traslado ocupará el cargo de director de la sección de Nueva
York. Ahora que es el jefe no puede seguir trabajando codo con codo
con Neal, así que trae a un agente de fuera de Nueva York para que
ejerza de supervisor suyo, alguien profesional pero que se lleve bien
con Neal, pero que no se deje manipular por él, y el elegido es el
agente Seigel. Pero en el 5x03 Seigel aparece muerto con un disparo
en el pecho y Peter sospecha de Neal. Sabe que él no ha sido pero
cree que está implicado de alguna forma, y a partir de entonces no
le quita el ojo de encima. Y estas son las dos tramas de la
temporada.
La temporada me ha parecido muy buena. Me gustó el regreso de
Curtis Hagen, con el que empezó la serie y la trama del diamante es
muy sorprendente. Personalmente me gustan mucho estas historias de
descifrar códigos secretos y descubrir tesoros perdidos, y en cada
temporada sale algo de este estilo. El villano final resulta ser
quien menos te imaginas y en el final de temporada hay un cliffhunger
tan sorprendente que te deja el corazón en un puño.
Ahora a esperar por la 6ª temporada, que será la última. Seis
capítulos que espero le den a Neal Caffrey el final que se merece.
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