Si eres de mi
generación seguro que de niño viste esta serie de dibujos en una de sus
habituales reposiciones. Se trata de una serie de anime japonés sobre Sherlock
Holmes de 26 capítulos que se emitió entre 1983 y 1984 y todos los personajes
son perros.
El año pasado
se celebró su 30 aniversario y se mencionó el tema en un grupo de Facebook del
que soy asiduo, así que me entraron ganas de verla entera desde el principio.
La serie sigue
siendo muy divertida y los casos que investiga Holmes son tan interesantes como
los escritos por Arthur Conan Doyle. Hay dos o tres que están sacados
directamente de los relatos pero todos los demás son originales. Parece que no
ha pasado el tiempo por ella, pero sí por el espectador, porque no me ha
encantado tanto como cuando era niño. Uno ya es adulto y suele pasar que lo que
te divierte de niño, de mayor ya no tiene tanta gracia. Moriarty, por ejemplo,
está demasiado caricaturizado y es muy ridículo. Holmes y Watson siempre le
estropean los planes y al final él y sus secuaces siempre acaban huyendo
derrotados. Me hubiera gustado que fuera una adaptación más seria y ver a la
gran némesis de Sherlock haciéndoselo pasar realmente mal y no a un payaso,
pero al fin y al cabo es una serie de dibujos animados para niños, no para
adultos. También me esperaba que Holmes
y Watson se conocerían en el primer capítulo y empezarían a trabajar juntos,
pero resulta que no, en el piloto parece que ya llevan mucho tiempo haciéndolo.
Otra pequeña decepción.
La serie duró
una sola temporada porque los creadores tuvieron problemas legales con los
propietarios de los derechos de Arthur Conan Doyle, así que al final se canceló
y el último capítulo es como un capítulo más. Nadie que lo viera pensaría que
es el último, sino que correspondería a la mitad de la temporada. Lo dicho, una
lástima.
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