Este libro de Peter Straub está
formado por 6 relatos, que son los siguientes:
1. La rosa azul
Un niño encuentra un viejo libro de
hipnotismo en el desván entre las cosas de su madre, y decide
probarlo con su hermano pequeño, pero el experimento acaba teniendo
terribles consecuencias.
2. El enebro
Un niño va al cine y un hombre
empieza a hacerle tocamientos.
3. Guía sucinta de la ciudad
El narrador nos muestra los lugares
más destacados de su ciudad.
4. El cazador de búfalos
Para no tener que pasar las fiestas
de Pascua y Navidad con sus padres, Bob Bunting se inventa una novia
suiza llamada Veronica que lo tiene muy ocupado y en su trabajo
también les hace creer a sus compañeros que sale con ella, pero Bob
no sale con nadie desde el instituto y dedica todo su tiempo libre a
estar tirado en su cama leyendo, algo que lo absorbe tanto q ue se
olvida de comer, dormir e incluso de ir a trabajo.
5. Algo de muerte, algo de fuego
Un coche utilizado en el número de
un payaso en el circo parece tener algo de sobrenatural.
6. La diosa de Esswood House
Esswood House es una mansión que a
lo largo de los últimos siglos ha hospedado a algunos de los autores
más destacados de su época, que en agradecimiento donaron copias
únicas de sus obras a la biblioteca de Esswood House, convirtiéndola
en una de las más prestigiosas de Inglaterra. Todos los años los
administradores de Esswood House reciben cientos de peticiones de
estudiantes y académicos que solicitan tener acceso a su biblioteca,
pero estos solo admiten uno o dos becarios al año.
William Standish consigue que lo
admitan durante tres semanas para escribir su tesis sobre su abuela,
que hace cien años escribió unos libros de poemas y se hospedó
hasta en dos ocasiones en Esswood House. Una vez allí William
encuentra un lugar lúgubre y casi abandonado a excepción de sus dos
administradores, que son dos muy desconcertantes. En el pueblo
escucha extraños rumores sobre Esswood House y por la noche tiene
horribles pesadillas y percibe sonidos inexplicables.
Según las notas de Peter Straub del
final del libro, los dos primeros relatos guardan relación con su
novela “Koko”. Yo aún no la he leído, así que solo he
reconocido la relación con el primer relato, ya que se mencionan a
varios de los personajes de dicha novela y el niño protagonista es
uno de los personajes principales de ella (no diré más para no
entrar en spoilers).
El primer relato parece bastante
normal, nada del otro mundo, el niño que hipnotiza a su hermano
pequeño y lo obliga a hacer todo tipo de cosas (ponerlo rígido como
una tabla, pincharlo con una aguja sin que se inmute, despertar
recuerdos reprimidos, etc.), pero entonces, en el tramo final ocurre
algo que no te esperas, algo muy fuerte que te deja con el rostro
desencajado.
El segundo relato es bastante
perturbador. El niño que va al cine y allí conoce a un hombre
bastante simpático que se sienta a su lado y habla con él y le coge
la manita y le obliga a hacerle cosas. Tiene solo siete años y no
entiende realmente lo que está haciendo, pero la situación es
bastante chocante.
El tercer relato no me ha dicho gran
cosa. Es simplemente el narrador mostrándonos los edificios más
importantes de su ciudad, el caso de un asesino en serie que pulula
por allí y tal. Me recordó un poco al principio de “La tienda”.
Es únicamente entretenido y no tiene mayor relevancia. El cuarto
relato no me gustó nada. Es lento y demasiado largo, unas 100
páginas, que se hacen pesadas, y no cuenta nada de gran interés.
Básicamente el tipo se pasa todo el día leyendo y se olvida de
comer y de ir a trabajar. Eso lo entiendo porque yo prefiero estar
leyendo a salir de casa, pero le dedica un montón de páginas a
hablar de biberones. ¡Biberones! Qué tontería. Creo que no hacen
falta 100 páginas para contar esto.
El quinto relato sabe bastante a
poco. Son apenas cinco páginas y solo nos habla muy por encima del
coche de payaso sobrenatural y en qué consiste el número. No
profundiza demasiado en el tema. El último relato es casi una novela
corta (130 páginas) y es sin duda mi favorito, recuerda mucho a los
relatos clásicos de terror gótico del siglo XIX, aunque el final es
muy loco. Parece que a Peter Straub se le fue un poco la cabeza.
Mis favoritos son el 1, 2 y 6.
Casas Sin Puertas me lo leí cuando era un adolescente de 16 años. Perturbador por decir lo menos, incómodo, extraño, pero hoy a la distancia de los años lo veo con buenos ojos. Me parece una buena obra de Straub.
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