El siciliano, de Mario Puzo

“El siciliano” es una especie de secuela de “El padrino” protagonizada por Michael Corleone y que ocurre al mismo tiempo que éste. Como recordarás, Michael Corleone tuvo que exiliarse a Sicilia tras matar al hombre que disparó contra su padre, dando inicio a la guerra de las cinco familias, y cuando llegó a su fin Michael regresó a casa, convirtiéndose en la mano derecha de Don Vito. El libro arranca cuando Michael se dispone a regresar a casa, pero debe aplazar unos días su partida para llevar a cabo una misión encargada por su propio padre: sacar de Sicilia a Salvatore Giuliano, un conocido criminal al que los carabinieri llevan años persiguiendo y del que la misma Mafia quiere deshacerse, pero que es admirado por el pueblo, ya que todo lo que roba lo reparte entre ellos. Salvatore tiene un su poder un diario que implica a algunos miembros relevantes del Gobierno en sus delitos y si muriera saldría a la luz, así que el mejor modo de solucionar el asunto es sacarlo de Sicilia.

Antes las historias de gángsters no me llamaban demasiado la atención, pero leí “El padrino” hace cosa de 3 años y me encantó, y desde entonces es uno de mis géneros favoritos.

Este libro lo tenemos en casa desde hace por lo menos 30 años (antes de serlo yo mi padre también fue de Círculo de Lectores), y ya que me leí “El padrino” decidí leérmelo también. Pero lo cierto es que la presencia de Michael Corleone es meramente testimonial. Aparece en unas 80 páginas y el resto del libro es un largo flashback que nos cuenta la historia de Salvatore Giuliano a lo largo de los últimos 7 años, desde el comienzo de su vida delictiva hasta su inesperado final.

Yo no tenía ni idea pero resulta que Salvatore Giuliano existió realmente, así que lo que nos cuenta el libro es todo cierto, menos la participación de Michael Corleone, claro. El libro me ha gustado, aunque no lo veo como una auténtica secuela de “El padrino” sino más bien como un spin-off protagonizado por Michael Corleone.

Bien, tengo en casa otro libro de Mario Puzo, “El último Don”, y espero leerlo el año que viene.