Sidney Orr es un
escritor que se está recuperando de una grave enfermedad y durante
su convalecencia no ha escrito una sola palabra. En uno de sus
habituales paseos por la Gran Manzana descubre una papelería llamada
“El Palacio de Papel”, cuyo propietario, el señor Chang, es un
tipo bastante excéntrico, y allí le llama la atención un cuaderno
azul portugués, y se lo lleva a casa.
Sidney recuerda la
anécdota que su amigo John Trausse, también escritor, le contó
sobre uno de los personajes de “El Halcón Maltés” llamado
Flitzcraft, que tras un roce con la muerte lo abandona toda, familia
y trabajo, y empieza una nueva vida en otra parte. Sidney se siente
inspirado y empieza a escribir su propia versión de esta historia en
su nuevo cuaderno azul y en ésta el protagonista es Nick Bowen, un
editor que tras un roce con la muerte (casi lo aplasta una gárgola)
lo abandona todo y se traslada a Kansas llevándose consigo el
manuscrito inédito de una conocida escritora de los años 20
titulado “La noche del oráculo”.
Los libros que más
me gustan de Paul Auster son aquellos en los que nos cuenta dos
historias paralelas, la del protagonista del libro y la que éste
escribe o se imagina, pues esta segunda suele ser más interesante y
absorbente que la principal, aunque su final siempre es
decepcionante. En el presente libro ocurre lo mismo. La historia de
Nick Bowen supera en mucho a la de Sidney Orr, pero llega a un punto
en que Sidney no sabe cómo continuar la historia y decide dejarla,
lo que nos deja con las ganas. Pero la suya no es la única que
Sidney se pone a escribir. A Sidney le encargan escribir el guión de
una nueva versión de “La máquina del tiempo” de Wells y ésta
resulta ser muy interesante, pues Auster se adelanta unos años a
Stephen King en lo del viajero del tiempo que intenta impedir el
asesinato de Kennedy, aunque aquí coge fuerza la teoría del segundo
tirador.
El libro en general
me ha gustado mucho, tanto la parte de la ficción dentro de la
ficción como la historia personal de Sidney, su mujer y su amigo
John Trausse, que tiene su buena dosis de misterio y secretismo y se
vuelve bastante melodramática en el tramo final. Sin duda lo
recomiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario