En el pueblo de Pastor's Bay ha
desaparecido una adolescente llamada Anna Kore y todo parece indicar
que ha sido secuestrada. La policía y los vecinos inician la
búsqueda de inmediato pero pasan los días y no dan con ninguna
pista, y el FBI interviene en el caso.
Un habitante del pueblo llamado
Randall Haight requiere de los servicios de Charlie Parker para que
lo ayude con un grave problema en el que se ha visto envuelto. Cuando
tenía 14 años él y un amigo mataron a una niña negra. Ambos
pagaron por el crimen y el juez decidió ocultar sus expedientes y
darles nuevas identidades para que pudieran llevar una vida normal
tras quedar en libertad. Pero alguien ha descubierto su secreto y lo
está chantajeando, y quiere que Parker descubra quién es el
chantajista antes de que su secreto salga a la luz, pues todo el
mundo pensará que está detrás del secuestro de Anna, y sospecha
que eso es lo que pretende el chantajista, que el chantajista y el
secuestrador son la misma persona y que pretende incriminarlo.
Charlie Parker acepta el caso pese a
que Haight no le cae nada bien, en parte porque su propia hija fue
asesinada y eso ya lo predispone en su contra, y en parte porque cree
que no le ha dicho toda la verdad sobre el crimen que cometió.
Tengo el libro desde hace un par de
años y si no lo he leído antes es porque tengo tantos libros en
casa pendientes por leer que algunos no tengo más remedio que
posponerlos, aunque me pese. He decidido leerlo ahora porque aparte
de este tengo los dos siguientes de John Connolly, “Malvados” y
“Nocturnos”, y planeaba leerme los tres en lo que resta de año:
actualmente solo me queda el último por leer.
¿Qué decir del libro? Es genial,
como era de esperar. El libro anterior de Charlie Parker lo leí el
año pasado y la verdad es que ya echaba de menos su cinismo. Desde
que lo descubrí John Connolly se ha convertido para mí en el
referente de la novela negra actual, aunque suela mezclar el género
con lo sobrenatural, y su prosa me recuerda mucho a los autores
clásicos del género. El libro me ha encantado. Es muy intenso,
sobretodo en la recta final y contiene alguna que otra revelación
sorpresa en esas últimas páginas que te deja alucinado.
La verdad es que me cuesta escoger uno favorito de John Connolly porque son todos muy buenos, y si bien “Cuervos” no es el mejor sí está entre los primeros.
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