Arenas de la Despernada, localidad de la sierra madrileña. En una tienda se produce un atraco y David, uno de los clientes, es herido de gravedad al tratar de salvar a un niño. Aaron, su mejor amigo, se siente culpable ya que era él quien debía ir a la tienda,, así que decide investigar el atraco por su cuenta y descubre que treinta años antes se produjo otro similar en la misma tienda. Más aún, donde se alza la tienda había antes una gasolinera y en ella también se produjeron otros dos atracos en las mismas circunstancias. Tras estudiar minuciosamente cada atraco, Aaron llega a la conclusión de que forman parte de un ciclo que se repite en el tiempo y que siempre hay implicadas cinco personas de edad determinada, una de las cuales siempre acaba muriendo. La víctima es de una edad diferente cada vez y como el siguiente atraco será el quinto Aaron deduce que la próxima víctima será un niño de nueve años, y se obsesiona con hallar la forma de impedir que ese niño se convierta en la siguiente víctima, algo complicado pues la víctima del siguiente atraco nace el día que muere la víctima anterior.
Nueve años más tarde, Leo es un niño sin amigos que sufre constantes abusos por parte de sus compañeros de colegio y del que su propia madre se avergüenza. Un día recibe una carta anónima advirtiéndole que si el 14 de agosto va a la tienda del americano, morirá. Leo queda aterrorizado pero sus padres no le creen y piensan que la ha escrito él como forma de llamar la atención y lo obligan a ir al psiquiatra. Sin embargo, el día señalado va acercándose y Leo recibe otros dos avisos.
En marzo se estrenó la película de este libro y de pura casualidad lo encontré en la biblioteca (en realidad estaba buscando otra cosa), así que me lo llevé. El libro me ha gustado mucho y me ha mantenido en tensión todo el tiempo. Es una novela policiaca bastante original, con unas pinceladas de género fantástico por eso de que los personajes se enfrentan nada menos que al Destino (intentas no estar en tal sitio tal día para evitar tu muerte pero acaba pasando algo que te lleva a estar allí en ese momento) y te absorbe por completo. Eso sí, durante la mayor parte de la novela no pude evitar que me hirviera la sangre y es a causa de la madre de Leo, que es de lo peor. Una madre que se avergüenza de su propio hijo y que encima se burla de él, cuando el pobre está aterrorizado. Vamos, que en la vida ganará el premio a Madre del Año. Totalmente detestable. A pesar de ello la novela es muy recomedable, de las mejores que he leído este año.
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