Hace años que tenían este libro en la biblioteca y por la sinopsis y las excelentes críticas que lo ponían como lo mejor de la literatura argentina de los últimos años me dieron ganas de leerlo. Pero siempre lo posponía o encontraba libros más interesantes, o simplemente se me olvidaba. Recientemente volvió a metérseme en la cabeza así que decidí leerlo de una vez.
En mala hora, porque no me he enterado de nada. Aquí hay varias historias que se entrecruzan. Una joven estudiante de filosofía obsesionada con su viejo profesor, al que sigue por los pasillos de la facultad. Dos adolescentes, chico y chica, poco agraciados que deciden hacerse compañía mutuamente. Una joven militante de izquierdas que le escribe cartas a Mao. Una teoría filosófica que lo explica todo. Pero en medio de todo esto la autora nos suelta un rollo de filosofía que no hay quien lo entienda, y esto convierte el libro en un auténtico ladrillo. Vamos, que si lo sé no lo leo. Sin duda la peor lectura en lo que va de año.
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