Y por fin la última
entrega de la saga Olvidados.
Al final del libro
anterior, el ejército excavaba un túnel bajo la cúpula y hacía
detonar una bomba nuclear con la intención de destruirla (sin
importarles lo que pudiera pasarles a los chicos del interior), pero
lo único que consiguieron fue que esta se volviera transparente y
por primera vez pudieron ver lo que ocurría en Perdido Beach. Y al
ver a estos chicos con poderes y saber todo lo que hicieron (las
batallas, las muertes, subsistir a base de ratas y algunos incluso de
carne humana, luchando unos contra otros hasta despedazarse)
sintieron el miedo en el cuerpo, y algunos empezaron a considerar que
si la cúpula desaparecía, sería un peligro que quedaran libres.
¿Qué hacer con ellos?
Mientras tanto, en
Perdido Beach la gayáfaga logró poseer el cuerpo del bebé de Diana
y ahora vaga libremente con el poder de todos ellos (pues sus poderes
proceden de ella desde un principio). Su cuerpo se desarrolla
aceleradamente y no hay nadie que pueda detenerla, salvo una persona.
Gaya teme a Pete más que a nadie, al que se refiere como el Enemigo,
el hermano autista de Astrid, el más poderoso de los chicos con
poderes, pues él creó la ERA y a los bichos mutantes y otras cosas
(podía manipular la realidad creando cosas de la nada), al que su
hermana se vio obligada a matar para que la gayáfaga no pudiera
utilizarlo. Pero aunque su cuerpo murió, una parte de él, su mente
o consciencia, sigue existiendo, al menos de momento, en un plano
superior de existencia. Gaya tiene miedo de que Pete haga lo mismo
que ella y posea un cuerpo, pues entonces podría hacerle daño,
incluso acabar con ella, y por esa razón está decidida a matar a
todos los chicos de Perdido Beach y se dirige hacia el lago Tramonto,
adonde se trasladaron parte de los supervivientes bajo el liderazgo
de Sam Temple, para acabar con todos ellos.
Por su parte, Sam se
ve obligado a hacer equipo con el psicópata de su hermano Caine y
ambos van en busca de Gaya para matarla, o al menos intentarlo, pues
son los dos con más poder del pueblo (Sam dispara rayos de calor con
las manos y Caine es telequinético). Entonces tendrá lugar la
batalla final entre los supervivientes de Perdido Beach y la
gayáfaga. Sabremos quién resulta vencedor, si la cúpula (la ERA)
cae finalmente y cuál será el destino de nuestros principales
protagonistas. ¿Acabarán reuniéndose con sus padres al otro lado?
¿Seguirán conservando sus poderes? ¿Cómo los recibirán en el
exterior?
“Luz” ha sido un
estupendo final para esta saga tan fantástica. Es muy épico, con
batallas espectaculares; algunos de los personajes principales hallan
la muerte (unos nos son queridos y nos entristece, otros no tanto y
nos alegramos), pero lo que más me ha gustado es el final de Caine.
Némesis de Sam y uno de los principales villanos, aquí logra
redimirse y tiene un más que digno final.
Esta última entrega
me ha dejado satisfecho, todo queda perfectamente explicado y las
cosas acaban bien para nuestros protagonistas (los que han
sobrevivido, claro). En resumen, esta ha sido una saga muy buena y
entretenida, una de las más destacadas series juveniles de
ciencia-ficción que he leído en los últimos años, y claramente la
recomiendo.
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