“Lazos que atan” es la
decimocuarta entrega de la serie “Aprendiz de Jedi”,
protagonizada por un joven Obi-Wan Kenobi.
Hace
seis años Qui-Gon Jinn y la Jedi Tahl ayudaron a la gente del
planeta Apsolon a elegir democráticamente a su primer líder. Ahora
ese líder ha sido asesinado y sus hijas le han escrito a Tahl
pidiéndole ayuda. Temiendo por su vida se han escondido y quieren
que Tahl las escolte hasta Coruscant, donde estarán a salvo.
Qui-Gon
se ofrece a acompañarla pero ella rechaza su ayuda. Tahl se quedó
ciega en la misión de Melida/Daan y no soporta que Qui-Gon siempre
esté pendiente de ella, y el Consejo se pone de su parte así que
Qui-Gon debe resignarse y esperar a tener noticias de ella. Pero
Qui-Gon tenía un buen motivo para querer acompañarla: tuvo una
visión de Tahl muriendo en sus brazos. Los dos se conocen desde que
eran unos estudiantes en el Templo jedi y Qui-Gon no puede soportar
la idea de que a su amiga le pase algo. Tras semanas sin tener
noticias suyas Qui-Gon decide viajar a Apsolon por su cuenta y
averiguar qué ha sido de su amigo.
El
libro me ha gustado, es corto y de prosa simple y ágil, con intriga,
acción y su dosis de investigación policial, pero lo mejor viene al
final, cuando se produce una gran revelación concerniente a Qui-Gon
y Tahl, y el cliffhunger con que termina el libro dejándonos con el
corazón en un puño. Vale que son novelas juveniles que las olvidas
una vez terminadas, pero me pareció muy bonita la evolución de la
amistad de Qui-Gon y Tahl, sobretodo teniendo en cuenta que los Jedi
tienen prohibido enamorarse.
Inmediatamente
el siguiente libro.
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