El manipulador es una novela
formada por cuatro novelas cortas interconectadas entre sí, como
pasaba en “Corazones en la Atlántida” de Stephen King. La Guerra
Fría ha llegado a su fin y la Inteligencia Británica no sabe qué
hacer con los viejos espías que han estado operando al otro lado del
Telón de Acero t que, gracias a ellos, ha podido llegarse a este
histórico momento. Estos espías de la vieja escuela no tienen
cabida en este nuevo mundo que se abre ante ellos, así que el plan
del Gobierno es obligarles a aceptar la jubilación anticipada. El
primero de ellos, que servirá de precedente para todos los que le
seguirán, es Sam McCready, que durante los últimos siete años ha
estado al frente del Departamento de Engaño, Ocultación y
Operaciones Psicológicas, conocido por todo el mundo como ENOCU.
McCready
fue agente de campo antes de ponerse al frente de ENOCU, y sus
métodos han levantado muchas ampollas a lo largo de estos siete
años, así que sus superiores no llorarán precisamente ante la idea
de su marcha.
Una
idea no escrita dice que si un empleado rechaza tres puestos de
trabajo sus jefes pueden obligarlo a coger la jubilación anticipada.
A McCready le ofrecen tres puestos que ni de lejos están a la altura
de su trayectoria profesional y se niega a aceptar la jubilación,
así que le pide a su asistente, Dennis Gaunt, que convoque una
asamblea con los Cinco Hombres Sabios. Estos son los subsecretarios
permanentes del Consejo de Ministros, del Ministerio de Asuntos
Exteriores, del Ministerio del Interior, del de Defensa y del de
Hacienda. Estos cinco individuos ostentan un poder enorme en los
pasillos del Gobierno y entre sus atribulaciones está el designar al
director del MI-5 y del MI-6, entre otras cosas.
Frente
a los Cinco Hombres Sabios, Dennis Gaunt, actuando de abogado
defensor de McCready, expone cuatro de las misiones más relevantes
que McCready ha llevado a cabo en los últimos siete años, como
prueba de que su labor sigue siendo muy importante y necesaria para
el MI-6, y que así reconsidere su postura sobre su jubilación
anticipada.
Las
misiones son las siguientes:
1.
Orgullo y perjuicios extremos
Tiene
lugar en la Alemania del Este en 1985.
El
general Pankratin, del Ejército Rojo, es en realidad un agente que
lleva pasando información a McCready desde hace cuatro años. Ahora
tiene en su poder unos documentos muy importantes que solo entregará
en persona a Sam McCready. Estará en Alemania del Este durante una
semana, pero McCready no puede cruzar la frontera porque allí está
condenado a muerte. Así que propone enviar en su lugar a otro
agente, un hombre llamado Bruno Morenz, que trabaja en la BND (el
Servicio de Inteligencia de la República Federal de Alemania), al
que Pankratin ya conoce. Lo que McCready no sabe es que Morenz está
atravesando una grave crisis nerviosa. Descubrió que su amante se la
estaba pegando con otro y que ni siquiera sentía nada por él, que
en realidad lo estaba utilizando. En un arrebato de furia los mató a
los dos y luego se fue a hacer la misión de McCready. Morenz comete
una serie de errores que culminan en una agresión a un policía y en
el robo de su coche. Aún lleva el paquete encima y si lo pillan con
él las consecuencias serían catastróficas. McCready debe
ingeniárselas para cruzar la frontera alemana y llegar hasta él
antes de que eso pase.
2.
El precio de la novia
En
1986, el coronel Orlov de la KGB quiso desertar a los Estados Unidos
y darle a la Agencia toda la información que tenía en su poder, que
era mucha y muy importante. El trabajo de McCready consistió en
investigar si la deserción era auténtica o si era un engaño de los
rusos para darles información falsa y hacerles perseguir fantasmas.
3.
Un desastre bélico
En
1987, tras el atentado fallido por parte de británicos y
estadounidenses contra Gadafi, éste juró vengarse de ambos, y la
forma de hacerlo fue suministrar armas al IRA. La misión de McCready
era interceptar el cargamento antes de que llegara a su destino.
4.
Un pequeño rayo de sol
Unos
meses atrás, el gobernador de una pequeña isla del Caribe fue
asesinado en plena noche y el suceso amenazó con convertirse en un
grave incidente diplomático internacional. McCready se encontraba de
vacaciones por allí cerca y decidió investigar el asunto por su
cuenta.
El
libro me ha sorprendido gratamente. Pensé que no pasaría de
entretenido, que sería un libro normalito (los libros de novelas
cortas o relatos nunca son tan buenos como las novelas), pero estaba
equivocado. Las historias abarcan unas 150 páginas cada una y al ser
novelas cortas están más concentradas y no se van por las ramas,
van directa al grano y no tienen páginas de relleno. Son historias
muy intensas y absorbentes y no tienen nada que envidiar a otras
novelas del mismo autor. Sin duda es uno de los mejores libros de
Forsyth.
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