“Tormenta roja” trata
sobre una 3ª Guerra Mundial entre la Unión Soviética y Estados
Unidos. Unos terroristas islámicos destruyen una refinería de
petróleo en Nizhnevarstok (URSS), causando una grave escasez de
petróleo a la URSS, y como no tienen dinero suficiente para comprar
el excedente de otros países y se niegan a hacer concesiones en
armamento, el Politburó decide hacerse con el petróleo del Golfo
Pérsico por la fuerza.
Según
la Doctrina Carter, cualquier ataque al Golfo Pérsico es un ataque
al interés estratégico de los Estados Unidos y se responderá
militarmente. Para evitar que tanto Estados Unidos como la OTAN vayan
contra ellos, ponen en marcha un complicado plan para engañarlos y
dividir sus fuerzas. Hacen explotar una bomba en el Kremlin,
coincidiendo con una visita escolar y acusan del atentado a Alemania.
Un espía alemán asume públicamente el atentado (que en realidad es
un agente del KGB) y esto les da la excusa perfecta para invadir
Alemania. El plan es, tras hacerse con el control del país, pasar al
Golfo Pérsico, pero los americanos no tardan en descubrir que los
soviéticos son los responsables del atentado y tanto ellos como los
británicos van a la guerra contra la URSS.
Los
libros de Tom Clancy suelen ser un poco tostón, aunque los últimos
que leí me gustaron bastante (igual es porque los leí en tablet,
que así entran mejor). Este por desgracia no ha sido el caso. La
premisa de la novela es muy interesante (una 3ª Guerra Mundial
siempre lo es), pero Tom Clancy suele ponerse muy técnico y 600 y
pico páginas hablando de cazas modelo tal, con misiles tipo cual,
RPG por aquí, que si tanques por allá, luego submarinos por otro
lado, buff, se hace un poco cansino. El libro es interesante pero no
es de los que se leen rápido precisamente. Más bien para fans del
autor.
Por
cierto, la novela me ha recordado mucho a la novela “La alternativa
del diablo” de Frederick Forsyth. En la novela de FF la escasez de
los soviéticos era de trigo y estos iniciaban unas negociaciones con
Estados Unidos para comprarle a estos su excedente de trigo. Si
hubieran fracasado las negociaciones, el plan B era precisamente
invadir Alemania y luego el resto de Europa. La de Forsyth es de 1979
y esta de 1988. Las similitudes están ahí, ahora que cada uno saque
sus conclusiones.
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