Un grupo de palestinos realiza
una sentada no violenta en protesta contra el estado de Israel y un
policía israelí, afectado por sus propios problemas personales,
pierde el control y le pega un tiro en la cabeza al líder del grupo.
Este suceso se hace eco en todo el mundo y los Estado Unidos no
pueden seguir apoyando públicamente a Israel tras lo ocurrido, pero
tampoco pueden dejarlo sin él porque eso podría desestabilizar la
región. Jack Ryan, vicedirector de la CIA, pone en marcha un tratado
de paz para acabar con el conflicto bélico entre ambos bandos, que
dura ya décadas, y tras hablar con un representante del Vaticano y
de cada bando, sorprendentemente todo parece ir encaminado a una
resolución pacífica y aceptable tanto para Palestina como Israel.
Un
grupo de terroristas musulmanes está en contra de este tratado, pues
si se firma la paz nunca podrán acabar por completo con todo el
estado judío y reclamar sus tierras para sí, y vuelcan su ira
contra Estados Unidos, que siempre ha apoyado a Israel. A manos de
estos terroristas llega una vieja bomba atómica israelí, lanzada
durante la guerra del Yom Kipur, en 1973, pero que nunca llegó a
detonar, y la convierten en una bomba termonuclear. Su plan, hacerla
explotar en Estados Unidos y hacerles creer que ha sido obra de la
Unión Soviética, para que ambas potencias de destruyan.
Hay
varias diferencias entre el libro y la película. Para empezar el
libro es el quinto de la serie de Jack Ryan mientras que con la
película hicieron un reboot y la convirtieron en la primera aventura
de Jack Ryan. Pero lo principal es que en la película sustituyeron
la identidad de los malos: en vez de palestinos eran unos neonazis.
Yo creo que fue un acierto, porque si hubieran sacado todo el asunto
de los palestinos e israelís, alguno de los dos bandos o los dos se
habrían ofendido mucho, y la polémica habría estado servida.
El
libro es un tocho de cuidado y en mi opinión le sobran varios
cientos de páginas. Tom Clancy se toma demasiado tiempo para contar
las cosas y entrar en el meollo. Las 200 primeras páginas se dedican
la mayor parte a hablar del tratado de Paz y apenas hay referencias a
la bomba. Luego está lo de la trama de la asesora de Seguridad
Nacional, que la tiene tomada con Jack y lo hace investigar para
averiguar sus trapos sucios. Otros cientos de páginas que también
sobran. Y luego el proceso de convertir la bomba en termonuclear.
Vamos, que hasta las últimas 200-300 páginas no se pone
interesante.
El
libro tiene partes muy buenas; esas últimas cientos de páginas son
tremendamente tensas. Estás con el corazón a mil y con razón, USA
y URSS están a un tris de bombardearse mutuamente con bombas
atómicas. Pero hay otras partes que son algo lentas. Clancy se pone
algo técnico y le da por explicar el funcionamiento de una bomba
termonuclear, cómo se mezclan los elementos que entran en fusión y
tal, y eso es un poco rollo.
En fin, que no hacían falta
tantas páginas para contar esta historia. Buff, qué alivio
terminarlo.
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