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jueves, 2 de julio de 2020

Pánico nuclear, de Tom Clancy

Un grupo de palestinos realiza una sentada no violenta en protesta contra el estado de Israel y un policía israelí, afectado por sus propios problemas personales, pierde el control y le pega un tiro en la cabeza al líder del grupo. Este suceso se hace eco en todo el mundo y los Estado Unidos no pueden seguir apoyando públicamente a Israel tras lo ocurrido, pero tampoco pueden dejarlo sin él porque eso podría desestabilizar la región. Jack Ryan, vicedirector de la CIA, pone en marcha un tratado de paz para acabar con el conflicto bélico entre ambos bandos, que dura ya décadas, y tras hablar con un representante del Vaticano y de cada bando, sorprendentemente todo parece ir encaminado a una resolución pacífica y aceptable tanto para Palestina como Israel.
Un grupo de terroristas musulmanes está en contra de este tratado, pues si se firma la paz nunca podrán acabar por completo con todo el estado judío y reclamar sus tierras para sí, y vuelcan su ira contra Estados Unidos, que siempre ha apoyado a Israel. A manos de estos terroristas llega una vieja bomba atómica israelí, lanzada durante la guerra del Yom Kipur, en 1973, pero que nunca llegó a detonar, y la convierten en una bomba termonuclear. Su plan, hacerla explotar en Estados Unidos y hacerles creer que ha sido obra de la Unión Soviética, para que ambas potencias de destruyan.

Hay varias diferencias entre el libro y la película. Para empezar el libro es el quinto de la serie de Jack Ryan mientras que con la película hicieron un reboot y la convirtieron en la primera aventura de Jack Ryan. Pero lo principal es que en la película sustituyeron la identidad de los malos: en vez de palestinos eran unos neonazis. Yo creo que fue un acierto, porque si hubieran sacado todo el asunto de los palestinos e israelís, alguno de los dos bandos o los dos se habrían ofendido mucho, y la polémica habría estado servida.
El libro es un tocho de cuidado y en mi opinión le sobran varios cientos de páginas. Tom Clancy se toma demasiado tiempo para contar las cosas y entrar en el meollo. Las 200 primeras páginas se dedican la mayor parte a hablar del tratado de Paz y apenas hay referencias a la bomba. Luego está lo de la trama de la asesora de Seguridad Nacional, que la tiene tomada con Jack y lo hace investigar para averiguar sus trapos sucios. Otros cientos de páginas que también sobran. Y luego el proceso de convertir la bomba en termonuclear. Vamos, que hasta las últimas 200-300 páginas no se pone interesante.
El libro tiene partes muy buenas; esas últimas cientos de páginas son tremendamente tensas. Estás con el corazón a mil y con razón, USA y URSS están a un tris de bombardearse mutuamente con bombas atómicas. Pero hay otras partes que son algo lentas. Clancy se pone algo técnico y le da por explicar el funcionamiento de una bomba termonuclear, cómo se mezclan los elementos que entran en fusión y tal, y eso es un poco rollo.
En fin, que no hacían falta tantas páginas para contar esta historia. Buff, qué alivio terminarlo.

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