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jueves, 2 de julio de 2020

Deuda de honor, de Tom Clancy

Un defecto en el depósito de combustible en un coche modelo japonés, un Cresta, provoca la muerte de cinco miembros de una familia, cuando su coche choca contra otro Cresta y ambos explotan repentinamente. A la velocidad a la que iba el coche eso no debió ocurrir, y este terrible suceso lleva al presidente de los Estados Unidos a promulgar la Ley de Reforma Comercial, que establecerá graves restricciones a los productos japoneses que entren en los Estados Unidos (igual que estos hacen con los productos estadounidenses que entran en su país). Esto ocasionará un grave daño en la economía japonesa, tanto que quizá no pueda recuperarse.
Los zaibatsu, un grupo de poderosos empresarios, (que son los que realmente controlan al gobierno de Japón) dirigidos por un hombre llamado Yamata, ponen en marcha un complicado plan para acabar con el poder económico y militar de Estados Unidos y llevar a Japón al lugar que le pertenece como nueva superpotencia mundial. En una serie de complicadas operaciones, provocan el colapso del mercado de valores estadounidense, devaluando el dólar de tal manera que en comparación el crak del 29 fue un paseo por el parque. Simultáneamente, durante un ejercicio naval entre Estados Unidos y Japón en el Pacífico, los japoneses lanzan “accidentalmente” unos torpedos a dos portaaviones y dos submarinos americanos, diezmando así la presencia estadounidense en el Pacífico y dejándolo bajo el dominio de una alianza entre Japón, China e India.
Por si fuera poco, fuerzas militares japonesas se establecen en las islas Marianas y las reclaman para sí (las islas Marianas pertenecen a los Estados Unidos). Yamata cree que con todos estos elementos los Estados Unidos se verán obligados a negociar un nuevo tratado económico con Japón. En caso contrario, irán a la guerra.


Deuda de honor” lo conseguí gratis el año pasado y es el motivo por el que he acabado leyendo cinco libros de Tom Clancy este año. Es el sexto de la serie de Jack Ryan y antes de leerlo quise leer los libros anteriores de la serie, para no perderme ningún detalle, así que por fin aquí está.
Mi opinión no difiere mucho del anterior libro. Es un tocho de cuidado, 830 páginas, de las que le sobran tranquilamente la mitad. Tiene momentos de tensión, como el conflicto bélico con Japón y la recuperación de las islas Marianas, pero la mayor parte es un tostón. Le dedica muchas páginas al asunto del Acta de Reforma Comercial, se va mucho por las ramas, y es un asunto demasiado político como para que despierte el interés del lector (la promulgación de una nueva ley, ya ves tú lo que puede enganchar eso). Luego, lo del ataque al dólar y el mercado de valores es un auténtico tostón. Si no tienes idea de cómo funciona la Bolsa toda esta parte te sonará a chino y no te enterarás de nada, como me pasó a mí. Pero si en algo destaca el libro es por su abrupto final. Un final brutal y demoledor y del todo impensable. En su día debió ser bastante polémico; hoy no lo es tanto, pero sigue siendo muy impactante. Si viste la serie “Sucesor designado” ya puedes hacerte una idea de los que pasa, no digo más.
Bueno, cinco libros de Tom Clancy en un año es más que suficiente (si ya cuesta acabar uno, no te digo nada cinco; creo que me merezco una medalla al esfuerzo) y no tengo pensado volver a acercare a otro libro suyo en lo que resta de año. Hala, a otra cosa.

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