“El último escalón” es
una novela de Richard Matheson publicada en 1958 y que fue adaptada
al cine en 1999, en una película protagonizada por Kevin Bacon. Para
mí es una de las mejores películas de fantasmas que he visto, y
además gracias a ella descubrí la canción “Paint it black” de
los Rolling Stones. Tenía muchas ganas de leer la novela, sobretodo
al que saber que era de Richard Matheson, así que finalmente aquí
está.
Tom
Wallace acude con su mujer y su cuñado a una pequeña fiesta en casa
de sus vecinos y allí se deja hipnotizar por este, para demostrarle
que es una superchería y que con él no funcionará. Pero sí
funciona y este suceso abre una puerta en su mente a unos poderes
psíquicos que ignoraba que poseía.
Tom
empieza a percibir los pensamientos de sus vecinos (no lo que están
pensando en un momento dado sino lo que sienten en lo profundo de su
ser, sus deseos ocultos) y a saber cosas que aún no han pasado, o
que están ocurriendo en otro lugar. Todo esto impide a Tom conciliar
el sueño y por las noches ve el fantasma de una mujer en el salón
de su casa, una mujer que nunca antes había visto. Tom está
decidido a averiguar quién es esa mujer y por qué se le aparece, y
de buscar la forma de revertir su condición de médium y recuperar
su vida normal.
Hay
algunas diferencias entre el libro y la película. El fantasma es el
de otra mujer, el hijo de Tom es un niño normal, vamos, que no tiene
sus mismos poderes, y el asesino también es otra persona diferente
de la película. De entrada parecía ser el mismo pero en las últimas
páginas se produce un giro sorpresa y te quedas de una pieza al
descubrir su identidad. Quitando estos detalles la historia es más o
menos la misma.
Personalmente
soy una gran fan de Richard Matheson y tenía muchas ganas de leer
este libro. Está muy bien escrito y se lee fácil. Es una lectura
muy amena y una buena historia de fantasmas. Muy recomendable.
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