Mark, Todd y Zola decidieron estudiar Derecho para cambiar el mundo, pero ahora que están en su tercer año de carrera se han dado de bruces contra la dura realidad: pidieron un cuantioso préstamo para estudiar en la que ha acabado siendo una universidad de segunda categoría, la de Foggy Bottom, más centrada en ganar dinero que en preparar a sus alumnos para aprobar el examen de colegiatura, que apenas alcanzan el 50%. Gordy, un amigo de los tres, ha descubierto que todos ellos han sido víctimas de un elaborado fraude.
Foggy Bottom forma parte de una red de hasta ocho universidades, dirigida por un fondo de dudosa reputación, dedicada a conceder préstamos a todo estudiante que lo solicite. también poseen bancos especializados en préstamos estudiantiles, lo que cierra el círculo, y estos estudiantes, al acabar la carrera se encuentran con que tienen que empezar a devolver un préstamo de entre 200.000 y 300.000 dólares, algo prácticamente imposible de realizar ya que cada años les van subiendo el tipo de interés.
Este es el caso de Mark, Todd y Zola. A falta de un semestre para acabar la carrera se dan cuenta de que cada uno debe más de 200.000 dólares, no tienen perspectiva de conseguir trabajo en un futuro cercano y sus asesores crediticios empiezan a presionarlos para organizar un sistema de pago de sus deudas. Así que los tres deciden abandonar la universidad y empiezan a ejercer de abogados siin licencia, llevando casos sencillos, de accidentes de tráfico, negligencias médicas, robos, etc (cazan a sus clientes en los hospitales y en los pasillos del juzgado), lo suficientemente simples como para que ningún juez ni fiscal descubra que son unos impostores.
Mientras, el Swift Bank, propiedad del fondo dueño de Foggy Bottom, ha sido demandado por fraude y se está organizando una demanda conjunta en su contra, y llevan todas las de perder. Los tres amigos no dejan pasar la oportunidad y se suman al carro.
Para ser incluidos deben aportar como mínimo 1000 clientes afectados por el fraude. Obviamente no los tienen, así que se los inventan. Crean el perfil de 1300 clientes ficticios, dándoles el máximo realismo, y así, cuando repartan las indemnizaciones, se llevarán entre los tres casi cinco millones de dólares por la cara. El problema es que no todo sale como han planeado. Los tres meten la pata en un caso y el cerco empieza a estrecharse en torno a ellos.
Me encanta cuando Grisham va contra las grandes corporaciones. Tabacaleras, compañías de seguros, farmacéuticas, etc, y el presente libro también se engloba dentro de este grupo. Grisham hace aquí una crítica feroz al sistema universitario (por cierto, se inspiró en un artículo publicado en el periódico "The Atlantic" en 2014), pero si has visto alguna que otra serie de médicos sabrás que esto también se aplica a la carrera de Medicina. Te conceden un préstamo cada año de carrera y cuando por fin te conviertes en médico tienes que empezar a devolver el préstamo estudiantil, que como poco asciende a ciento y pico mil dólares, lo que viene a ser como pagar una hipoteca a 30 años, te pasas el resto de tu vida desempeñándote. Es una auténtica vergüenza.
Sobre el libro decir que es genial. La trama principal, la del fraude, es fantástica, pero también tiene altas dosis de humor. Los protagonistas ejerciendo sin licencia, buscando la forma de que no los pillen, metiendo la pata hasta el fondo, es muy divertido y estaba claro que algo así acabaría pasando (por cierto, todo esta parte me recordó un poco a los abogados de "Los litigantes"). Y me encanta su plan de forrarse con la demanda conjunta. Ja, qué pillos son.
En resumen, es un muy buen libro de Grisham, que tiene tanto crítica social como altas dosis de humor, y te lo recomiendo si eres fan del autor.
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