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lunes, 17 de agosto de 2020

La pirámide roja, de Rick Riordan

La pirámide roja” es la primera entrega de “Las crónicas de los Kane”, una trilogía centrada en la mitología egipcia protagonizada por los hermanos Carter y Sadie Kane.
Carter y Sadie son hijos del reputado arqueólogo Julius Kane. Su madre murió hace unos años y sus abuelos maternos lucharon con Julius para hacerse con la custodia de Sadie, algo que él acabó aceptando a regañadientes, así que ambos hermanos solo se ven dos veces al año, una en verano y otra en invierno, algo que a Carter le parece ideal.
En esta ocasión Julius lleva a sus hijos al Museo Británico para poder estudiar la Piedra de Rosetta, pero su verdadero motivo es muy distinto y peligroso: liberar al dios Osiris para que le devuelva la vida a su esposa. A diferencia de los dioses griegos, los dioses egipcios necesitan poseer un cuerpo humano para poder estar en nuestro mundo, y varios de ellos están encerrados en objetos mágicos, y la Piedra de Rosetta es uno de estos objetos. Pero allí no estaba únicamente Osiris, sino también otros cuatro dioses (Set, Horus, Isis y Neftis), de los cuales el peor de todos es Set, el Señor del Caos, que lo primero que hace es encerrar a Julius en un sarcófago y enviarlo al Inframundo.
Del caos que se produce en el museo inmediatamente, Carter y Sadie son rescatados por su misterioso tío Amos, al que jamás habían visto hasta ahora, que los lleva a un lugar seguro y les revela la auténtica historia de su familia y qué es lo que han presenciado esa noche.
Amos y Julius son hechiceros que descienden de los mismos faraones y su madre también descendía de ellos, así que la sangre de Sadie y Carter es doblemente poderosa. Amos forma parte de algo llamado “La Casa de la Vida”, una organización secreta de hechiceros descendientes de los faraones cuya labor es asegurarse de que los dioses permanecen encerrados y no vagan libres por la Tierra. Los padres de Carter y Sadie también eran miembros, pero Julius fue expulsado cuando él y su esposa liberaron a la diosa Bast de su prisión, proceso que causó la muerte de su madre.
Por otro lado, Set supone una amenaza más grave de lo que podrían imaginar. Set está construyendo una inmensa pirámide roja que, una vez acabada, le permitirá canalizar su poder y crear una terrible tormenta que arrasará el planeta. Así que Sadie y Carter disponen de cinco días para rescatar a su padre, detener a Set y desterrarlo a la Duat, el mundo mágico en el que viven los dioses que se encuentra por encima del nuestro. Pero hacerlo no será tarea fácil, pues necesitan una pluma de la Verdad, que solo se encuentra en el Inframundo, y conocer el nombre secreto de Set, que solo conocen él y su esposa Neftis.


No las tenía todas conmigo cuando empecé esta trilogía. La de Percy Jackson es una saga mítica y empezar con una trilogía nueva, sobre mitología egipcia, con nuevos personajes, empezando de cero, dudaba de que fuera a estar al mismo nivel. Pero me alegra haberme equivocado, porque esta trilogía es tan buena como la de Percy. El libro te engancha desde las primeras páginas y resulta imposible parar de leer. Está narrado en primera persona por Carter y Sadie alternándose cada dos capítulos o así, y es muy divertido porque a veces se ponen a discutir sobre cómo pasó tal cosa y se corrigen un detalle aquí y otro por allá.
El libro es pura aventura, con peleas épicas y magia, y como pasaba con las otras sagas, aprender mucho sobre los dioses egipcios. Yo casi no sabía nada al respecto, así que resulta muy instructivo. Lo que menos me gusta es que Rick Riordan convierta a Anubis en el interés amoroso de Sadie. ¿El dios de la Muerte convertido en adolescente? ¿En serio? En fin, el libro va dirigido al público que va dirigido, así que hay que aguantarse. Obviando esto, el libro está genial y es muy recomendable.

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