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lunes, 3 de agosto de 2020

Guerra Mundial Z, de Max Brooks

Este es otro de esos libros que tenía en casa desde hace la tira de años, pendiente por leer, así que decidí que ya tocaba leerlo (además hacía años que no leía una novela postapocalíptica y/o de zombis). Como su título indica, "Guerra Mundial Z" es una novela de zombis.
Un virus similar a la rabia surgió en China y se extendió rápidamente por todo el mundo, pero pronto los investigadores se percataron de que aquello no tenía nada que ver con la rabia, porque, bueno, este nuevo virus reanimaba los cadáveres de los infectados, convirtiéndolos en monstruos irracionales y extremadamente violentos, hambrientos de carne humana.

Entre que los diferentes países del mundo trataban de estudiar esta nueva epidemia, tomaban medidas contra los infectados y finalmente decidieron declararles la guerra, utilizando todo las armas de que disponían contra ellos para exterminarlos (incluyendo armas nucleares) pasaron diez años, y es tras acabar la guerra cuando nuestro narrador, un agente de la Comisión de Posguerra de las Naciones Unidas, decide escribir un libro sobre esta Guerra Mundial Z, y para ello viaja por todo el mundo entrevistando a un montón de gente, que le hablan de todo de los que fueron testigos, desde la aparición de los primeros infectados hasta el desenlace del conflicto.

"Guerra Mundial Z" se publicó en 2006 y enseguida se convirtió en un best seller. Tuvo michísimo éxito y dio un nuevo impulso al género, pero debo decir que no me ha gustado demasiado. Me encanta el género zombi pero este libro se me hizo cuesta arriba. El narrador se pasa todo el libro de entrevista en entrevista y no hay ningún personaje principal con el que empatizar. Todos los personajes están de pasada, se les dedica unas pocas páginas a cada uno y luego salta al siguiente, y así no se puede interesar uno por la historia.
Si lo hubiera leído en su día tal vez me habría sentido atrapado por la historia, pero al leerlo ahora pues no ha tenido ese efecto en mí. Una lástima.
Y mejor no hablemos de la película, que lo único que tienen en común es el título.

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