"Ofrenda a la tormenta" es la tercera y última novela de la trilogía del Baztán de Dolores Redondo.
Un bebé ha fallecido de muerte súbita y durante el velatorio su padre se comporta de forma extraña y es sorprendido llevándose el cuerpo de su hijo en una mochila. El hombre es detenido pero no hace más que decir incoherencias y la autopsia del bebé revela unas marcas rojizas en el rostro, lo que indica que hubo presión. La investigación del caso lleva a la inspectora Amaia Salazar a descubrir una serie de casos similares, todos bebés fallecidos al poco de nacer, y a la existencia de una secta satánica que lleva décadas actuando en el Baztán, en la que se realizan sacrificios humanos a cambio de favores. Secta de la que también formó parte la madrte de Amaia...
El libro me ha gustado en su mayor parte, pero también tiene cosas que no me han gustado. La trama es muy buena y perturbadora y supera con creces las de las dos anteriores novelas. Es muy fuerte que unos padres sacrifiquen a su propio hijo a cambio de fama y fortuna, o incluso curarse del cáncer, y a mí esto me ha trastornado bastante. Porque lo que haría una madre normal sería justo lo contrario, dar su vida por la de su bebé. No me entra en la cabeza y si eres un poco sensible esto también te afectará.
Lo que no me gusta nada es la parte de culebrón de la novela, lo de Amaia y el juez Marquina. El público de Dolores Redondo es mayormente femenino y esto les encantará, pero a mí no. Esto sobra en una novela policiaca tan oscura como esta, y yo no puedo empatizar con alguien que le pone los cuernos a su marido. Entiendo que está pasando por momentos muy jodidos, pero eso no es excusa para tirarlo todo por la borda.
Y no es solo por esto que Amaia no me caiga bien. Es un personaje obsesionado con el trabajo, que parece preferir trabajar 14 horas seguidas y llegar a las tantas a casa antes que pasar tiempo con su familia. ¡Y eso que tiene un bebé! Es como si pensara que solo ella puede resolver el caso y que sus compañeros de la Policía Foral son unos inútiles. Claro que así suelen ser los protagonistas de series policiacas literarias, individuos para los que el trabajo es más que eso, es una forma de vida, y se dedican a cada caso en cuerpo y alma, descuidando su vida personal.
En fin, esta última entrega ha sido el broche de oro para esta trilogía. Es turbia y muy oscura y la trama es magnífica y está muy bien construida. El resto, bueno, ya he dejado claro lo que pienso.
Le daré un 7,5/10.
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