Siguiendo con mi plan de leerme todo lo que hay en
la biblioteca de mi pueblo de Tolkien, ahora toca este librito con
tres relatos tuyos.
El primero lo escribió al terminar ESDLA y tiene
el mismo tono que éste y “El hobbit”, el protagonista es un tipo
normal que sin comerlo ni beberlo acaba convirtiéndoe en todo un
héroe. Egidio es un granjero que vive en Ham, un pueblo del centro
de Inglaterra. Un día le avisan de que un gigante se está acercando
al pueblo y lo está destrozando todo a su paso, así que Egidio coge
su trabuco y le dispara para que no destroce sus campos. El gigante
se da la vuelta y regresa por donde vino y Egidio se convierte en el
héroe del pueblo, aunque en realidad el gigante creyó que le habían
picado unos insectos y por eso se dio la vuelta. La hazaña de Egidio
llega incluso a oídos del rey y cuando aparece un dragón que lo
está arrasando todo, todos esperan que Egidio vaya a ocuparse de él,
pero él no está muy por la labor.
El segundo lo escribió en un descanso de la
redacción de ESDLA y su protagonista, Niggle, es un artista que
lleva mucho tiempo trabajando en el cuadro de un árbol, pero para él
los detalles son muy importantes, quiere darle el máximo realismo y
así, claro, apenas avanza y el cuadro va haciéndose más y más
grande. Además, Niggle se ve obligado a interrumpir au trabajo cada
vez que algún vecino va a pedirle ayuda de algún tipo, y esto le
cabrea bastante.
El tercero se publicó por primera vez en 1967 y
de los tres es el que más tiene tono de cuento de hadas. En Wootton
Mayor el Maestro Cocinero debe preparar la Gran Tarta para la Fiesta
de los Veinticuatro, que se celebra cada 24 años y a la que invitan
a 24 niños. Pero resulta que el Cocinero Mayor ha desaparecido. En
su lugar es elegido Nokes, que años antes lo había ayudado de vez
en cuando. Pero es Alf, el aprendiz de éste, quien realmente hace la
tarta. En ella esconde algunas sorpresas, incluida una pequeña
estrella mágica. Uno de los niños se traga la estrellita y un día
se le cae de la boca en la palma de la mano y se la estampa en la
frente. Este chico se convierte en el herrero de Wootton Mayor y
gracias al poder de esta estrella puede viajar al Reino de Fantasía.
De los tres relatos el único que no me gustó fue
el de “Hoja de Niggle”. En cierto momento empiezan a ocurrir
cosas un poco raras y al final es todo muy confuso. El primero es
como una versión reducida y algo infantil de “EL hobbit” y como
éste, también sale un dragón con un montón de oro, pero mi
favorito es el tercero, por ese toque de cuento de hadas que tiene.
Ahora solo me quedan “El Silmarillion” y “Los
Hijos de Húrin”.
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