Joder, tengo
este libro en casa desde hace 5 años y aún no había podido hacerle
un hueco hasta ahora. Ya sabes cómo es esto, vas amontonando y
amontonando libros, y como algunos tienen preferencia otros los vas
dejando para más adelante, y va pasando el tiempo y aún no los has
leído y cuando te das cuenta han pasado años enteros, cuando parece
que fue ayer que los compraste.
El motivo por el
que por fin me animé a leer el cuarto libro de la serie de Dexter
Morgan es que no hace mucho me pillé el quinto, que ya salió en
bolsillo, y así puedo tacharlo de mi lista de pendientes de una vez
por todas.
Bueno, pues
Dexter se ha casado con Rita y se ha ido de luna de miel a París y
al volver se encuentra con que hay un nuevo asesino en serie que está
dejando cadáveres por todo Miami. Este asesino abre los cadáveres,
les quita las entrañas y las sustituye por diversos objetos, como si
se trataran de truculentas obras de arte. Dexter acompaña a su
hermana Deborah a interrogar a un sospechoso cuando de buenas a
primeras éste apuñala gravemente a Deb y trata de escapar. Deb
entra en coma y se debate entre la vida y la muerte, y Dexter decide
encargarse él mismo de su atacante, pero tras acabar con él
descubre que era inocente. El que apuñaló a su hermana no fue él
sino su compañero de piso, el verdadero sospechoso de ser el asesino
en serie. Éste sabe ahora quién es Dexter y tiene un video de él
matando a su compañero, y empieza así entre ambos un sádico juego
del gato y el ratón, con este psicópata tratando de poner a Dexter
entre la espada y la pared y Dexter tratando de atraparle antes de
que haga daño a sus seres querido.
Ha pasado tanto
tiempo desde que leí el tercer libro que ya me había olvidado de
ese toque de humor negro en la prosa de los libros de Dexter. El
libro en sí es bastante entretenido, pero no es el mejor de la
serie. Es ameno y de fácil lectura pero el psicópata de turno no es
nada del otro mundo. No hay sangre a raudales ni vísceras colgando
de los árboles, solo Dexter en un apuro y esto es lo más
interesante, ver que ni siempre lo tiene todo bajo control. Lo único
que es algo extremo es la performance de París de las primeras
páginas, hay que tener estómago para leerlo sin que te haga torcer
el gesto. Por lo demás es un libro bastante corriente. Ni fu ni fa.
Donde esté la serie que se quite lo demás.
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