“Eterna” es el
último libro de la Trilogía de la Oscuridad de Guillermo del Toro y Chuck Hogan
y arranca dos años después del final de “Oscura”. El Amo ha salido vencedor en
su guerra con los Ancianos y ha extendido su virus por todo el mundo, haciendo
explotar diversas centrales nucleares que han creado un invierno nuclear que
oculta el sol durante la mayor parte del día, estableciendo una noche casi
perpetua en la que los vampiros pueden campar a sus anchas libremente y
convirtiéndolos en la especie dominante. Las personas mayores y/o enfermas son
enviadas a campos de concentración donde se les extrae la sangre y las mujeres
son destinadas a tener hijos para mantener el equilibrio entre humanos y
vampiros. La única esperanza de la humanidad reside en el grupo formado por
Eph, Nora, Vasily Fet y el señor Quinlan, un vampiro hijo del Amo que se alía
con ellos para acabar con él y que tiene sus propios motivos para desear verle
muerto. Ellos tienen en su poder el Occido Lumen y tratan por todos los medios
de descifrarlo pues entre sus páginas está la clave para acabar con el Amo para
siempre y el Amo trata de encontrarlos para arrebatarles el libro antes de que
descubran su punto débil.
Y finalmente el
último libro. “Eterna” me ha sorprendido en diversos aspectos (en el buen
sentido), empezando, cómo no, por su premisa inicial. Lejos de arrancar donde
lo dejó “Oscura” el libro da un salto de dos años y nos presenta unos cambios
drásticos con respecto a lo que sabíamos y que podíamos esperar, cogiendo por
sorpresa al lector. El invierno nuclear, los Ancianos muertos, el Amo dueño del
mundo y los vampiros como especie dominante, los centros de extracción… Es como
si la trilogía empezara otra vez de cero en este último libro. A mí
personalmente me hubiera gustado leer cómo ocurría todo esto.
En el libro
conocemos por fin el origen del Amo y los Ancianos, una historia largamente
esperada y la verdad es que me ha parecido una historia muy original (valga la
redundancia) y bastante atípica, ni de lejos me habría imaginado algo así, pero
me ha gustado, ha sido muy interesante. Sobre el desenlace, ha estado a la
altura de la trilogía y ha sido épico como pocos, no podía imaginarme un final
mejor, aunque también es un poco triste, ya sabes a qué parte me refiero. Así y
todo hay un par de cosas que no me han gustado. Primero Zack, que es un
auténtico idiota y se comporta como un adolescente tonto, me cae fatal, y luego
está lo de que Fet y Nora estén juntos, que no pegan ni con cola.
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